Se dice que cuando dos personas están destinadas a conocerse. No importa cuánto tiempo pase, ni las circunstancias que atraviesen. Terminarán por encontrarse. Soy fiel creyente de esa filosofía. Desde que tengo memoria me han gustado las metáforas. Las historias de amor verdadero, esas que parecen tan irreales e imposibles de alcanzar pero que en algún lugar del mundo deben existir.
Al final, lo que idolatro parece imposible de encontrar pero se vale la pena soñar en este mundo de personas realistas. De esas que te dicen que siempre debes tener los pies bien puestos sobre la tierra. Uno de ellos mi ex, quizás sea temprano para contarte un poco de esto. Igual lo haré y te prometo que más adelante de una mejor manera, él fué el primero en decir que un novio no es algo que debo buscar en un libro de fantasía. En donde en el momento menos oportuno, aparece un tipo en caballo con un ramo de flores. Si, eso me afectó demasiado y aunque debí mandarlo hasta Narnia, no lo hice. Sólo le puse el punto final a nuestra historia.
Soy una persona insegura. Eso a causa de que he sufrido de ansiedad y depresión por años. Tengo días buenos y días malos. No es algo de lo que pueda deshacerme fácilmente aunque la terapia ha ayudado. Además de tener amigas que me apoya en las buenas y malas.
Mi vida ha girado siempre en torno a lo mismo. Encerrarme en mi misma, en la habitación. Mi propio mundo dónde puedo ser yo misma y estoy a salvo de todo. No obstante, me he fijado una meta. Salir de mi zona de confort para sentirme mejor. La oportunidad estaba frente a mí.
Primer día de universidad. Las cosas son bastante diferentes a preparatoria. Yo tengo que aprovechar este enorme cambio. Aquí tendré más libertad de ser yo misma, con ello más responsabilidad también. Como iba diciendo, es un nuevo cambio en la vida. Una experiencia única en todos los años de tu existencia pues no se volverá a repetir.
—Toc, toc. Tierra llamando a Lia, ¿estás ahí?
Esa voz es de mi mejor amiga, Alexa. Chasquea dos dedos frente a mis ojos, al momento salgo del embeles en que estaba.
—Ah claro, ¿qué me decías?
—Para tener el nombre de una fiera, en verdad vives en las nubes —comenta. Ambas reímos bajito.
Ella nunca diría nada en mal sentido. Nos tenemos tanta confianza que podemos hacer bromas ofensivas, sin que ninguna se ofenda. Nuestra amistad es muy fuerte. Además, la veo como la hermana mayor que nunca tuve. Aunque solo es un año mayor que yo.
—¿Dónde está el salón de la primera clase?
—Lo tienes justo a tu derecha —señala, observando a una puerta color carmesí. Apenas logró observarla porque ella me da un fuerte abrazo de esos en los que parece que te cortarán hasta la respiración—: ¡Mucha suerte! en verdad. Espero que sea el mejor día de tu vida, te quiero.
—Yo también te quiero —murmuro. Apenas me sale la voz por la falta de aire.
Al percatarse de la situación me suelta. Sonríe como angelito, mientras se toma de las dos correas de su mochila.
—Y no olvides todos los consejos que te he dado —advierte—, sobretodo no pedir permiso para ir al baño.
—Sí, sí mamá. —Giro los ojos. Eso en muestra de que me ha repetido lo mismo, una y otra vez.
Al verla tan emocionada, soy yo quien la vuelve a abrazar. A lo mejor mis futuros compañeros que pasan a la par nos ven con extrañeza, pero no pasa nada. Nos estamos despidiendo. Ella no va a la misma clase que yo. Eligió estudiar veterinaria, mientras que acá su servidora filología. Además lleva tres semestres avanzados, por el contrario de ella apenas voy empezando.
Bien, es momento de empezar esta nueva experiencia. Una vez que Alexa y yo nos despedimos agitando la mano, entro al salón. Hay muchos lugares disponibles pero he decidido tomar aciento junto a una chica que al verme sonrió. Sin embargo, no empezamos ninguna conversación parece concentrada en el chat de su teléfono. Punto importante que descubrí, aquí ningún profesor reclama usar el teléfono. Siempre y cuándo no hagas ningún ruido con él.
ESTÁS LEYENDO
Todo lo que nunca seremos #PGP2024
RomanceEsta historia participa en los premios Gemas Pérdidas 2024 en la categoría romance/chick-lit Lía creía que todo estaba perdido en cuestión de amor. Sin embargo, el destino le tiene preparada una sorpresa que ni siquiera se imagina. Toma café y galle...