Capítulo 1: La bolera.

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Aplico brillo en mis labios y acomodo mi pelo sobre mis hombros, amo que sea tan largo y adoro el color rojo natural.

-Vamos Lidya, tengo ganas de patear traseros.- Grita lo ultimo Jack, ruedo los ojos y salgo del coche. Jack Williams mi estúpido mejor amigo, se conoce mi vida entera, lo amo pero es un poco idiota, pero él cuida más de mi que mis propios padres. Cierro la puerta y camino hacia él.

-Ya estoy, venga vamos.- Mis tacones suenan contra el cemento. Viernes, noche de bolos con Abbie y Mike, es una costumbre desde hace ya tiempo.

-Te he oído Williams, hoy ganaremos nosotros!- Grita ésta vez Mike, los dos se empiezan a gritar, empujar y reírse cómo los idiotas que son, Abbie se acerca y entrelazamos nuestros brazos.

-Os está escuchando todo el mundo, ¿podéis dejar de hacer tanto ruido?- Gruñe Abbie, me río mientras entramos en la bolera.

-No, es tradición gritar.- Habla Mike, las dos rodamos los ojos mientras los chicos se dirigen rápidamente por los zapatos.

-Imbéciles. - amurmuramos a la vez, las dos nos reímos y los seguimos. Todas las miradas masculinas se posan en nosotras, según el dueño la mayoría de ellos vienen siempre los viernes para vernos. Eso hace que el ego de una chica este por las nubes.

-Hola chicos, ¿lo de siempre?- Pregunta Andre, el dueño, los chicos asienten efusivamente ya desesperados por jugar, cómo cada viernes ya que están toda la semana molestándose entre si sobre quien ganara la próxima vez y el resultado siempre es el mismo.

-Son cómo críos-. Murmuro, nos dirigimos hacia las sillas y nos quitamos los tacones, rápidamente nuestros zapatos son entregados por los chicos y nos los ponemos. Me quito mi chaqueta de cuero quedando en una blusa azul con la espalda de encaje blanco. Una de mis preferidas, me la regalo Abbie, me subo un poco los shorts y sonrío.

-¿Quien empieza?- Pregunto.

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-Un pleno, supera eso!- Se jacta Mike, ruedo los ojos y cojo la bola blanca, me muerdo el labio, el pie derecho delante, la bola hacia atrás, me agacho levemente, entre cierro los ojos y tiro con firmeza.

-¡Pleno!- grito, me giro saltando cómo una loca y abrazo a Jack, este se ríe y se burla de Mike.

-¡Esa es mi Lidya!- Se ríe.

-Me toca.- Grita Abbie esta vez. Se acerca ha mi lado y coge la bola azul.- Uh Lid, ése chico no te quita la mirada de encima y está buenisimo.- Me giro para ver hacia donde señala pero me encuentro con una mesa vacía.

-Creo que necesitas gafas, Abbie.- Bromeo, ella niega y señala ha un chico que se dirige rápidamente hacia el baño. Entre cierro los ojos hacia él pero no me da tiempo a siquiera ver parte de su espalda. De acuerdo, normalmente coquetean o hechan miradas, me encojo de hombros y vuelvo al juego con mis amigos.

Abbie derriba solo tres y maldice, me río junto a Jack y chocamos los cinco. Hemos vuelto a ganar, otra vez, creo que la ultima vez que ganaron ellos fue hace tres meses, cuando no me encontraba bien.

-Lo siento bebes, ganamos.- Me burlo esta vez yo.

-No seas mala Lidya- Se queja Mike, me acercó a él y beso su mejilla, se ríe, me devuelve el beso en la mejilla, me aparto y cojo mi bolso para sacar el móvil y mirar la hora. Mi estomago esta empezando a rugir.

-¿Vamos a comer? Ya son las once.- Aviso, todos asienten y nos dirigimos a devolver los zapatos.

-¿Pizza?- Pregunta Abbie, yo asiento.

-Sí, me apetece.- Asiento, Jack paga, ya que le toca a él y salimos de la bolera.

Abro mi bolso para volver a dejar él móvil dentro y cojo una coleta para recogerme el pelo en una cola de caballo. Subimos en el coche de Jack y este arranca dirigiéndose hacia nuestra pizzería favorita.

**************

-¿Podemos ir mañana a la playa?- Pregunta Abbie, bueno, más bien suplica.

-Sí, pero tiene que ser por la mañana, por la noche tenemos la fiesta de Joss a las diez.- Avisa Mike, bebo de mi refresco y niego.

-Yo quiero ir al cine.- Me quejo, Jack rueda los ojos y le saco la lengua.

-Iremos el domingo, además el lunes acabaremos dos horas antes no?- Se encoje de hombros.

-Sí, eso es lo único bueno que le veo al primer día.- Asiente Mike, dándole un mordisco a su pizza de jamón y queso.

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