tu nombre

12 1 1
                                    

No pasó mucho para que la mano de Ben chocara contra mi mejilla, sus ojos hipnóticos rojos de tanto fumar, su aliento a cigarrillo y una mancha blanca en su nariz mientras con la respiración agitada se quedaba ahí quieto, toqué mi mejilla, ardía, dolía y mucho, Mi cabello rubio caía frente a mí tapándome por completó mi campo de visión.

Ben se posicionó detrás de mí y pedía perdón incontables veces, lloraba y me abrazaba mientras sorbía por la nariz, estaba enojado, pero ahora estaba preocupado no recuerdo Porqué fue la pelea está vez.

-lo lamento mae por favor, mírame soy yo pero de verdad no quise golpearte -

No pude más y lo abracé, necesitaba la contención de quién me agredió.

Desperté con la respiración agitada,y me toqué la mejilla de manera instantánea, no me dolía, miré la hora en mi reloj de mesa.

4:00 am.

Fui al baño a lavarme la cara e intentar ordenar mis ideas, fue solo un sueño Maeva, cálmate. (Me dije a mi misma), me alisté para irme a la cama y en cuanto me iba a arropar me llegó un mensaje.

Era de Ben.

Lo abrí, tomé mi mochila, me alisté lo más que pude y salí corriendo de mi casa, intenté recordar por dónde se llegaba a la dirección que me dió Ben.

Casi sin aliento llegué a un skate-park, busqué con la mirada a Ben, hasta que algo me tomó el hombro, me giré sobre mi propio eje y golpeé su estómago con mi puño.

—bueno creo que con eso no dañas a nadie—.

Ben.

—tú que sabes, he venido hasta aquí porqué me enviaste un mensaje de que estabas al borde de la muerte y te veo aquí muy tranquilo —.

—¿Estás enojada?—

—¿Estás fumando?—.

Me miró hacia abajo por el rabillo del ojo y lanzó el cigarrillo lejos, con ambos dedos, como un experto. Yo me quedé de brazos cruzados mirándolo con despecho.

—¿Se puede saber porqué me has hecho venir hasta aquí si no tienes nada mejor que hacer que dañar el medioambiente?—.

Ben río, apestaba a cigarro, pero en vez de ser un olor desagradable, era como estar en casa, era reconfortante.

Se encogió de hombros y muy tranquilo dijo algo totalmente inimaginable

—estaba fumando y quería verte.—

—estás de broma no?, el mensaje decía que casi te atropellan y que estabas muy mal!!.—

—ya, y?—.

—vete a la mierda —.

Di media vuelta y me fuí de ahí, y pensar que estaba loquita por él hace un día, no. Esto ni pensarlo, se aparece en mis sueños, en mi vida y en dónde sea y se cree dueño de todo.

Eres tan lejano, yo soy la tinta de la pluma de un escritor y tú le temes a ser manchado.

Eres un estúpido por tener todo lo que busco, eres un bruto y dejas este escrito con un mal gusto

Ben....


Destruyeme Donde viven las historias. Descúbrelo ahora