Mami Jeong dice que... ↺ Sahyo

Capítulo #10

Jihyo: 22 años; Sana: 24 años

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— Virgencita de Guadalupe, protege a mi niña de esa bestia que quiere arrebatármela.

— Nayeon, no voy a volver a repetírtelo, deja esa estatua, quítate el turbante y ayúdame con las cajas. — Dijo Jeongyeon apagando las velas que tenía Nayeon su alrededor.

— Amor, ¿Por qué permites esto? Es una bebé, es mi bebé, no tiene edad para esto. — Nayeon pataleó quemándose con la cera que había caído.

— Sabíamos que un día nuestra Jihyo se iba a mudar, deja de exagerar. — Se levantó del piso, sacudió su pantalón y tomó la caja que tenía anteriormente.

— ¡Pero se va con ella!, la que me la viene arrebatando hace años. — Se arrastró por el piso.— Esa niña es el mismísimo Satán, Jeongyeon. — Sollozó agarrando el talón de Jeongyeon.— Has que se quede.

Jeongyeon rodó los ojos y quitó su pie del agarre de Nayeon, saliendo del cuarto.

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— ¿Ya tienen todo?

— Si Mami. — Jihyo acomodó la última caja en el camión y se volteó a ver a sus madres — Las voy a extrañar mucho. — Se acercó a abrazarlas.

— Tu ex cuarto ya es mío unnie — Dahyun saltó sobre la espalda de su hermana.

— Volverá Dubu, Volverá...

— Nayeon.

— Perdón amor.

Sana salió del edificio cargando a Bbuyo, el gatito de la peliroja.

— ¿También me quitas al gato?

— ¡Mamá!

— ¡Nayeon!

— Emm, voy a devolver a Bbuyo a su cuchita. — Sana se volteó para entrar nuevamente al edificio pero Jihyo la frenó.

— Bbuyo viene con nosotras, así Dobby tiene con quién jugar. — Besó a la mayor.— ¿Nos vamos?

— Vamos. — Sonrió y abrazó a la menor por los hombros, guiándola hacia el auto.

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La pareja se encontraba comiendo pizza en su cama, ya que después de la mudanza, quedaron cansadas y no tenían ganas de cocinar ni de sacar lo necesario de las cajas para hacerlo.

— Estoy tan feliz, Satang. — La peliroja acomodó su cabeza en el hombro de la mencionada

— Yo también bebé. — La tomó de la nuca y la besó.— Tienes sabor a queso. —Besó su nariz.

— Y tú a tomate. — Jihyo rió.— Satang...

— ¿Si, mi vida?

— Me gustaría que formemos una familia.

— Lo haremos bebé.

— Pero ahora.

— ¿Que? No amor, ahora no, somos demasiado jóvenes aún y tener un hijo es mucha responsabilidad.

— Pero Satang... — La mayor sabía que se venía un berrinche.— Quiero hijos ahora, mami Jeong dice que es bueno tener hijos de jóvenes para disfrutarlos más. — Hizo un puchero.— Porfis Satang.

— No Jihyo, no ahora. Más adelante si, confórmate ahora con Bbuyo y Dobby.

La menor se levantó aún con un puchero y caminó, cabizbaja, hacia la puerta. Sana suspiró y se acomodó en la cama, no iba a ceder ante los caprichos de su novia, no de nuevo.

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Eran las 4:20 de la mañana cuando Sana despertó asustada al no sentir el cuerpo de la menor. Al reincorporarse en la cama recordó que la coreana había dejado la habitación antes de que ella se durmiera. Se levantó y fue a buscarla

Jihyo se encontraba durmiendo en el piso al lado de sus mascotas, temblando de frío. Cuando Sana quiso acercarse, Bbuyo maulló haciendo que Jihyo se despertara de golpe.

— ¿Sana? —Talló sus ojos con una mano.

— Ven bebé, vamos a la cama. — Sana la tomó en brazos y subió las escaleras para volver a la habitación.

Al llegar, dejó a Jihyo en la cama y la tapó. Cuando rodeó la cama para volver a acostarse, escucho el sollozo de su novia

— Amor, ¿Por qué lloras?

— Mamá Nayeon tenía razón, debería haberme quedado en mi casa.

— Pero bebé, ¿Como íbamos a cuidar de nuestros pequeños si no vivimos juntas?

— No metas a Bbuyo y a Dobby en esto. —Se abrazó a si misma

— No hablaba de ellos princesa, hablaba de nuestros hijos, de Jihyo Jr. y Sana Jr.

La menor se giró quedando encima de la castaña y besando todo su rostro, mojándola debido a sus lágrimas.

Sé detuvo.— No vamos a llamar así a nuestros hijos, Sana.

— Los vamos a llamar como tú quieras bebé, lo que te haga feliz, me va a hacer feliz.

— Te amo Ángel , lamento lo que dije.

La castaño la abrazó y escondió su rostro en el pecho de Jihyo, besando sus clavículas.

— Yo también te amo. — Volteó en la cama dejando el cuerpo de Jihyo a su costado.— Todavía sigues llamándome como el primer día. — Sonrió y acarició el rostro de su linda novia

— Es que sigues siendo mi ángel — La mayor no pudo verlo pero sabía que estaba ruborizada.

— Vamos a dormir, mañana tenemos que acomodar toda la casa para nuestra o nuestro Jihyo Jr.

— Satang, no se va a llamar así.

— Cállate y duerme — Besó su frente y la atrajo más hacia su cuerpo.