Mami Jeong dice que... ↺ Sahyo

Capítulo #19

— Sana, el bebé es tuyo.

La mayor abrió los ojos — ¿Qué? — Se acercó a la camilla donde estaba la coreana

— Y-Yo, no quise decírtelo porque no me querías cerca tuyo y sentí que era atarte a mi. Mami Jeong dijo que tenía que llamarte y decirte, es tu hijo también pero después de todo lo que dijiste no quise seguir molestándote, no sabía si lo ibas a querer, entonces yo... — No pudo seguir hablando porque Sana la tomó del rostro y la besó, después de tanto tiempo sufriendo, por fin iba a poder volver con la menor. Al separarse, juntaron sus frentes sin abrir los ojos.

— Estoy realmente molesta porque no me dijiste nada, mierda Jihyo, quería estar ahí contigo, cumpliendo tus antojos, dándote mucho amor, viendo a nuestro niño crecer — Vió los ojos de la menor que estaban rojos y lágrimas amenazaban con volver a salir — Pero te amo muchísimo y no quiero estar nunca más lejos tuyo, ni de mi niño. Prometo que tenderemos más bebés y estaré allí para darles todo el amor que se merecen — Besó las mejillas de Jihyo que se encontraban mojadas debido a las lágrimas — Bebé no nos separemos nunca más, prométemelo.

Jihyo volvió a sollozar — Lo prometo ángel, lo siento muchísimo — Se aferró al cuello de Sana y siguió llorando.

— Ya bebé, ya pasó todo, vivamos el ahora y disfrutemos de nuestro niño — Besó la frente de la menor.

— Jihsan— Levantó su cabeza y la miró — Es su nombre, Jih por mi y San por ti.

— Es precioso amor — La acercó más a ella y miró a su hijo — Minatozaki Jihsan me gusta.

— Puede elegir los siguientes nombres Satang.

— Por supuesto que lo haré, ¿Qué te parece Minatozaki Floripondio?

Jihyo comenzó a reír pero dejó de hacerlo al sentir un dolor en su herida reciente — Mejor déjame los nombres a mi, Sana — Sonrió.

— De acuerdo. — Acomodó a la castaña en la cama y se acercó a la cuna — Hola bebé, yo soy tu mamá — Acarició con mucho cuidado una de sus pequeñas mejillas — Tu mami y yo te vamos a cuidar y a amar siempre bebé, ¿Si?, mamá Sana y mamá Hyo — Dijo haciendo la voz más aguda imitando a un niño pequeño. Esto hizo a Jihyo sonreír con ternura y extender su mano hacia Sana.

— Sana, quédate conmigo.

— No me iré a ningún lado princesa.