Dos

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Cuando la misión terminó todos se despidieron tomando rutas distintas, Sakura no pidió una cita porque estaba muy concentrada con sus pensamientos y Naruto salió corriendo a comprar ramen para cenar, Sasuke no hizo más que dirigirse a su casa en automático, cuando llego a su hogar lo primero que hizo fue lavar el recipiente que "el tonto" prestó. Sonrió un poco pensando cuanto cambio su compañero en tan pocos días, al fin podría disfrutar de su día sin gritos chillones.

La tarde cayo rápidamente, sentado en la sala esperó impaciente la llegada de Naruto, sabía que podía defenderse solo (por algo era su rival), pero conociendo su suerte podría desde estar secuestrado por la mafia hasta muerto así que casi cae de cara al escuchar el timbre, caminó lento y sin prisa hacia la puerta y la abrió encontrándose con una sonrisa resplandeciente y afilada.

—Buenas noches, Sasuke ¿me dejas pasar? —estaba haciendo equilibrio con tres toppers grandes delante la puerta. No recibió respuesta, Sasuke solo le dio espacio.

—Quítate los zapatos —y se marchó a lo que Naruto supuso que era la cocina—. Déjalos en la isla.

Naruto se quitó los zapatos con los pies dejándolos desparramados en la entrada, Sasuke tenía una bonita casa la cual él ni soñando podría comprar, era espaciosa, bonita, bien ubicada y con un patio grande <Cuando sea Hokage comprare una así> pensó emocionado dejando las cosas sobre la mesada. La cocina era preciosa, tenía todos los electrodomésticos de revista y la heladera era gigante. Naruto sintió un puntazo de celos.

—Bonita casa.

Otra vez no recibió respuesta, solo un topper limpio.

—Mañana te devuelvo estos tres.

—Mañana no hay misión.

—Iré a tu casa entonces.

Naruto negó repetidamente— Está bien, devuélvemelos cuando tengamos misión, mañana no estaré en todo el día. Ya sabes, entrenamientos y esas cosas ¡dattebayo! —Sasuke asintió extrañado—. Traje varias cosas las chuletas las preparé recién así que están calientes, no las metas al refrigerador, déjalas en el horno. Lo demás puede guardarse, no dejes que pasen más de dos días, la carne de cerdo puede caer muy mal si está pasada. Prepare también puré, avísame si sabe raro, le agregue leche de soja en vez de leche de vaca. También hice tocino, no están cocinas, pero son fáciles de hacer-

Sasuke quedo impresionado por lo serio que se veía Naruto al hablar de comida, le quedaba bien ser serio.

—Gracias.

—¿Qué? —no podía creerlo, Uchiha Sasuke agraciándole a él ¡A él!

—Gracias. Hoy no llevé bento a la misión porque la mujer a la que le compro las viandas acaba de tener a su bebé, casi tuve que aceptarle el bento a Sakura. Gracias.

—De-de nada.

Estaba nervioso Sasuke tenía un ligero sonrojo en las mejillas que casi ni se notaban que le ponía los pelos de punta, quería burlarse de él por sonrojarse como una nena, pero era la primera vez que alguien le agradecía de corazón.

—¿Quieres quedarte a cenar?

—Yo-, no gracias, ya cené —quiso decir si, deseaba hacerse amigo de su rival, pero ya era tarde—. Debo volver a mi departamento.

—Te acompaño a la puerta. No vaya a ser que te pierdas, idiota.

—¡¿A quién llamas idiota, bastardo?!

Sasuke en su mente sonreía, había extrañado a su compañero gritón solo un poco.


Cocina mi Corazón| Sasunaru - NarusasuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora