Si bien Naruto había dicho que debía entrenar ese día, la verdad es que eso era mentira.
Debía arreglar la heladera por el mismo o morir en el intento, no podía pagar a un electricista porque de lo más seguro es que quisieran sacarle un ojo de la cara o estafarlo, así que, con un libro de refrigeración para tontos, herramientas que compró a un ladrón y mucha cinta se preparó para arreglar lo que sea. Ya había arreglado su tostadora ¿Qué tan difícil podría ser una heladera?
Dos horas después se dio cuenta que era más difícil de lo que esperaba y que el libro tenia demasiados números.
—¡No dejare que me venzas, soy Naruto Uzumaki: próximo Hokage y juro por mi nombre que te repararé, bestia helada!
Agarro un tanque pequeño blanco y lo conecto a una manguera, revisó la presión durante otra media hora y lo desconectó con cuidado. Antes revisó el motor por si estaba quemado, no lo estaba así que no lo tocó, limpio el filtro y recogió sus herramientas. Ahora la prueba final, donde se decidiría si debía dejar de lado comer dos meses y comprarse una nueva o morir explotado porque casi no tenía ni idea de refrigeración. Se acercó con cautela al enchufe, limpió su frente sudada manchándose con grasa, acercó el brazo y alejó el cuerpo, estaba por enchufar cuando de repente
¡DINGGGGGGGGGGGGGGGG!
Del susto conecto el enchufe y el motor comenzó a arrancar, funcionó.
—¡Ya va!
Saltaba de la felicidad, otra vez tenia heladera y podría guardar la carne de sus cacerías sin tener que gastar su peso en sal. Se lavó las manos llenas de grasa. Cuando abrió la puerta se encontró con Sasuke y sus cuatro toppers, más una bolsa con un logo que conocía bien.
—Buenos días, Sasuke ¿Qué sucede?
—Es obvio, te traje esto. Fui a entrenar y no te encontré así que pensé que ya terminaste y estabas en tu casa. Aproveché que estaba de paso y te compré esto.
Sentía que podría besar a Sasuke, ramen, Sasuke le estaba regalando ramen de su local preferido.
—¡Pasa! —estaba llorando a mares—. Sabía que muy dentro muy, muy, muy dentro de toda esa capa de mierda y brea se ocultaba un ser humano.
—Cierra el pico.
Naruto, amando hacer enojar a Sasuke, se recostó en el marco de la puerta.
—¿Te gustó mi tocino, bastardo?
Sasuke no respondió, solo empujo la cara bronceada adentro de la casa e ingreso quitándose los zapatos dejándolos al lado de la puerta.
—Sírveme un poco de ramen... pequeña esposa.
Se congeló y luego la furia derritió su cuerpo como lava.
—¡¿A quién llamas pequeña esposa?!
—¿A quién más podría llamar mi pequeña esposa, pequeña esposa? Cocinándome y preocupándose por mí, estoy tan feliz de tener una esposa tan dulce.
—¡Dulces mis calzones!
—Los más dulces.
Ahora Naruto era el sonrojado, se lanzó a defender su honor rompiéndole la nariz a Sasuke y este no se quedó quieto recibiendo una paliza, se dio vuelta y empujo su puño al costado de la cabeza del otro haciendo que se mareara. Rápidamente se agarró la nariz y tiro la cabeza para atrás al sentir la sangre chorrear.
—¡Maldición, Naruto, mi nariz!
—Ya, ya, marica. No pongas así la cabeza, te vas a ahogar, vamos al sillón.
Con un extraño cuidado Naruto volvió a poner en su lugar el hueso y lo curó, pudo sentir sus ásperas manos contra su cara, pudo ver el ligero ceño fruncido y el brillo de sus ojos azules ocultos bajo una manta de pestañas casi translucidas cara a cara, su aliento era caliente.
—¿Compartes antepasados con la chica Yamanaka?
—No, el abuelo dice que mi papá era mercader y mi mamá de otro continente.
—Con razón eres tan feo, eres un ainoko(1).
En Naruto florecieron las ansias de volver a desacomodarle la nariz, pero solo asintió.
—Supongo que sí soy un hāfu(2), no tengo fotos, pero supongo que mi madre no era japonesa, después de todo, el abuelo la describe como una mujer alta, pelirroja y con pecas.
—También las tienes —llevó una mano a la nariz del otro y acaricio con su pulgar las pequeñas pecas que estaban sobre ella, como si quiera contarlas—. Casi no se ven, pero ahí están, son pequeñas y café.
El aire olía diferente, su cuerpo se sentía extraño y no podía de dejar de mirar su reflejo en esos ojos negros, cuando Sasuke quitó la mano sintió como si estuviera perdiendo la vida, estaba sediento de cariño y que se alejara luego de un toque tan íntimo fue como morir.
—El ramen se enfría.
—Er- sí, prepara la mesa, yo-yo, iré a servir.
Naruto se alejó tropezando del sillón.
Ainoko(1): Es una forma antigua y ofensiva de referirse a alguien mitad japones, significa mestizo y este a su vez significa union de dos razas (lo que es sumamente ofencivo), Sasuke fue un poco lejos con su comentario y por eso Naruto lo corrige.
Hāfu(2): Significa mitad, es la forma más popular y aceptada para referirse a un medio-japones.
Recuerdo cuando vi Naruto por primera vez, tenía como 7 u 8 años y mi cuñado me lo mostró cuando me vio mirando Dragon Ball. Lo primero que pensé fue que Naruto era un medio japones, porque su mamá y su papá no se veia como japoneces tipicos y (según mi mente inmadura) si no te ves, no lo eres. Luego me dí cuenta que les ponen cabellos de colores a los personajes de anime para que sean más faciles de identificar y me quise pegar un tiro.
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Cocina mi Corazón| Sasunaru - Narusasu
FanfictionNo creerias cuanto puede cambiar una historia dandole una simple habilidad al protagonista. Naruto está locamente enamorado de Sakura, pero no es ciego y ve que ella no lo ama así que se aparta por su bien. Sakura no ve que no es amada por el chico...