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Canibals

     Si le preguntan jamás lo admitiría pero Vox ama a Alastor y todo lo que conlleva amar a ese demonio.

–Ah duele por... Ah Al por favor.

     Alastor prestó caso omiso a las suplicas de su acompañante, él solo tenía deseos de desgarrar cada fibra  de su cuerpo y saborear su deliciosa sangre caliente.

–Al.. para de morder.

     Vox ya se encontraba perdiendo la paciencia ante la insubordinación, sus ganas de que la situación escalara a mayores era infinita pero Alastor no seguía el plan. Ya cansado de preámbulos Vox tomó la cabeza del demonio que se encontraba cubierta de su sangre y la dirigió hacia su entrepierna para acelerar la partida.

–Mira como dejaste mi cuello, parece como si un perro rabioso me hubiera intentado asesinar... Ah espera –Vox sintió un fuerte tirón el cual en un instante separó su espalda baja de la cama dejándola suspendida a la altura de visión de Al. –No te enojes, fue solo un chiste de tu muerte, ya supéralo... –El cuerpo de Vox se estremeció de pies a cabeza al sentir la gran lengua de Alastor entrar. Los intentos por separarse de esas intensas sensaciones eran inútiles por las ataduras que lo apresaban.

     Las embestidas por parte de la lengua de Al empezaron a cesar intercambiándose por fuertes mordidas a sus músculos tensos de las piernas de Vox, otra vez volvía el fuerte dolor y ardor en todo su cuerpo al sentir los diente afilados destrozando su carne pero esto no hizo nada más que hacer crecer el deseo de Vox a un nivel inimaginable. Luego de deleitarse con la sangre y sabor de su querido amigo, Alastor decidió por fin liberarlo de sus ataduras.

–Como tanto querías tu libertad, ahora te doy en el gusto mi querido Vox pero como he sido tan bueno contigo y tú solo te burlas de mí, me temo que yo ya no puedo hacer nada más por ti. –La sonrisa de victima de Alastor no engañaba a nadie, era clara la intención que tenía y Vox no se iba a dejar ganar pero la calentura fue más fuerte.

     Alastor se sentó relajado simplemente a observar lo que su hermoso pedazo de carne se pondría a hacer cuando él no le prestara ni una mínima ayuda. Las ideas volaban por la mente de Vox de todas las posibilidades que podría realizar ahora que tenía completa libertad de hacerle cualquier cosa que él quisiera, cuando por fin decidió lo que haría se dispuso a atacar.

     Comenzó lento, él no sería igual de salvaje que Al en ese sentido, Al solo se lanzaba a desagarrar y morder cuando pudiera pero él no sería así, iba a seducirlo, engatusarlo y hacerlo rogar por más, en su mente solo rondaba la idea de ver a ser amado gimiendo y pidiendo por favor. Se puso de rodillas y se posicionó entre las piernas de quien solo se dignaba a observarlo divertido de la situación, comenzó con suabes besos en los muslos hasta subir poco a poco por su objetivo, lo tomó con ambas manos frotándolo de arriba a abajo, luego de un tiempo sin reacción alguna acercó su cara al todavía no erecto falo, sacó su lengua y siguió con el plan. Lo metió todo dentro de su boca y empezó a demostrar su habilidad adquirida por tantos años junto a Valentino, la confianza de Vox crecía con cada micro expresión que se le escapaba a su amado.

–Cuidado, no me vayas a electrocutar. –dijo divertido Al mientras jugaba con las antenas que sobresalían de la pantalla de Vox.

–¡Podrías no cortar mi inspiración un momento!

–JA, JA, por supuesto que no, es tan divertido molestarte con las  cosas que haces tan en serio.

–Te voy a hacer arrepentirte, te dije que hoy te haría gemir mi nombre y hacerte sufrir extasiado como todos.

–JA, JA, JA, JA, eso es lo más divertido que he escuchado, cada vez que lo dices es más divertido. –Las risas de Alastor inundaron la habitación, esté se echó sobre la cama completamente fuera de si agarrando su estomago por el dolor de tanto reír.

–Sí, sí, ríete mientras puedas. –Vox se abalanzó sobre Alastor para quedar sobre él y detener sus brazos con sus manos. –Vas a llorar.

–Ay, que ternura, inténtalo. –dijo dejando ver su sonrisa confiada y su aura aterradora.

     La lucha de besos comenzó, pero para tristeza de Vox, Alastor no estaba actuando como siempre. Al parecer se había tomado demasiado en serio el no dejar que Vox ganara lo que conllevó a su nula respuesta ante los intentos de este por provocarlo. 

     Vox no entendía por que sus poderes de matador no estaban funcionando, intentaba todo lo que se le ocurría para calentar más a Alastor pero nada parecía funcionar. Ya cansado decidió saltarse los juegos he ir por la acción, se posicionó sobre el miembro de Al mientras lo introducía dentro de él seguía intentando mirar si podía ver alguna emoción o cambio pero nada. Vox movía las caderas desesperadamente intentando sentir más adentro lo que tanto placer le causaba, él ya estaba exhausto, sus gemidos ya eran incontrolables y sus piernas temblaban pero no había ningún cambio en Alastor.

–¿Que pasa querido, estas cansado? –dijo Al con una sonrisa calmada pero llena de malicia y orgullo.

–Ah calla.. cállate.. ahh se siente...

–¿Se siente bien no es así? –Alastor se levanto para quedar mirando a Vox cara a cara, sujetó las caderas del contrario con sus manos y empezó a guiarlas subiendo la intensidad de las embestidas.

–Ahh sí, ahh Al más se siente bien. 

–Mira lo mojado que estas, y lo fuerte que gimes ¿y el que iba a perder era yo? Ja que divertido.

–Cállate ah, solo sigue moviéndote. –ya no le importaba lo que hubiera dicho antes, solo quería disfrutar el momento que estaba teniendo, y sentir cada parte del cuerpo de Al.

–En que momento pensaste que debo seguir tus ordenes.

–En el momento que aceptaste coger conmigo así que deja de hablar y empieza hacérmelo tan fuerte que nos escuchen en el siguiente piso o alguno termine con una pierna rota.

     No iba a esperar que se lo dijeran dos veces, Al tomó a Vox hizo lo imposible por dejarlo sin voz. Lo tomó entre sus brazos golpeó contra la pared, con cada embestida Vox rasguñaba la espalda de Alastor con tanta fuerza que sus uñas se bañaron con sangre del contrario.

     El ego de ambos jamás le permitirá aceptar que se pasaron un poco esa noche rompiendo cada mueble en la habitación pero Vox aceptaría mucho menos que perdió.