Corazón //TW

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     Esto es mejor que todo lo que siempre pude imaginar, Alastor esta luchando contra Adam ¡y está perdiendo! Puedo sentir el olor de sus sangre cayendo por todo su cuerpo, ese maldito cobarde pagará todo lo que me ha hecho, quiero verlo destruirse lentamente.

–¿Que acaba de pasar?... mierda. –Alastor había perdido y estaba apunto de morir.

–Sí, esto es mejor que coger. –grité con emoción.

–La radio no está muerta, pero por hoy termina esta transmisión.

–¡¡No!! ¡¡maldito imbécil cobarde!! te mataré yo mismo. –dije decidido. –Voy a hacer lo que tuve que hacer hace mucho.

...

–No iba a dejar que te escaparas otra vez Alastor. –Nos encontrábamos en la ya desecha estación de radio.

–¡Ja! Vox, sabes muy bien como terminan nuestros altercados, yo puedo vencerte en cualquier momento. –dijo altanero como siempre, nuca aceptando sus debilidades.

–Quizás en otro momento sí, pero ahora estás herido por un arma angelical después de una batalla, ya no puedes hacer mucho.

–Aun tengo un par de trucos bajo la manga. 

–Yo igual –dije sacando un cuchillo cortesía de Caramilla Carmine –es divertido ver lo que el dinero puede comprar, si hubieras dejado tu arrogancia delado y usado uno de estos quizás hubieras ganado. –una sombra negra se apresuró a intentar atacarme–¡ja! Al, ¿que tan lento crees que soy?, cada vez te vuelves más lento, anciano, ya llegó tu hora del retiro.

–Te voy a ...–sentí el cuchillo entrar en su cálida piel, es la primera vez que lo tuve tan cerca como para sentir su respiración, su calor, su textura, todo en él es perfecto.

–Te dije que me vengaría por lo que me hiciste Alastor –volví a enterrar el cuchillo en su preciosa carne una, y otra, y otra vez. –"ja enserio creíste que me enamoraría de algo como tú, eres mucho mas tonto de lo que creí ", "no importa lo que digas o hagas, tú siempre serás un simple aparato desechable" recuerdas ese día Al, lo que me dijiste, yo lo recuerdo cada vez, cada que pienso en ti. Mira que lindo puedes ser cuando estas bien domesticado, ciervo. –deslicé la hoja del arma lentamente por su cuello dejándome sentir su palpitar, su lindo cuello ahora era adornado por un collar de perlas rojas que caían rápidamente por todo su tozo, él cayó encima de mí. –Oh Alastor, no sabes cuanto te he querido tener así de cerca, puedo oler tu sangre desde aquí, quiero probarla, está tan jugosa y caliente que me provoca... ¡ah! –me quejé de dolor, Alastor había golpeado su cabeza contra mi pantalla dejando una grieta en esta.

–...–él intentó hablar pero sus cuerdas vocales ya estaban desechas.

–Aun intentas luchar ¡ja! te daré algo por lo que luchar –lo lancé al piso, golpe tras golpe, él seguía resistiéndose a mí y arañaba cada parte de mi torso, esto es como siempre lo imaginé. –quédate quieto –sujeté sus brazos juntos y procedí a clavarlos al piso con el cuchillo. –Ahora será todo mucho más fácil mi querido Al, disfrutaré cada momento que te quede.

     No puedo describir lo que tenía ante mis ojos, era aquel por quien tanto había sufrido. Mi querido Al yacía debajo de mí sin poder hablar, con las manos completamente inmóviles y su gran sonrisa que me hizo sentir tantas cosas alguna vez. Yo quiero sentir todo su calor al menos una vez y tocar su corazón.

     Bajé mi vista hacia la herida que tenía en su pecho, fue hecha por Adam y se notaba, los bordes estaban tan bien hechos que me dieron ganas de felicitarle, ahora ocuparía su trabajo a mi favor. Pasé mi mano delicadamente sobre la herida, introduje mis dedos uno por uno para dilatarla, Alastor no dejaba de moverse desesperado debajo de mí y eso me excitaba aun más. Al final no pude contenerme y desabroché mi pantalón dejando al descubierto lo que Al provocaba en mí, luego de hacer la apertura cada vez más grande con mis dedos, sentí que había llegado al lugar ideal y un fuerte movimiento debajo de mí lo confirmó, penetré la entrada con todo el cariño que era capaz de entregar en ese momento.

–Oh Alastor tu corazón se siente tan bien, es tan estrecho y cálido, no puedo soportarlo. tu sangre me hace deslizar tan adentro, ¿lo sientes? –utilicé su cabeza como soporte y empecé a embestir repetidamente mi cuerpo en contra el suyo.

     Toda la situación me superó, era lo que siempre había soñado, llegar a su corazón. Es demasiado delicioso, creo que no duraré más con esto.

–Al, sí, ah Al esto es muy bueno, ¿lo sientes dentro de ti? dijiste que yo nunca lograría esto ¡Ja! lo logré –el sentimiento no duró tanto como yo quería, yo acabé y me derramé sobre lo que antes era mi tan anhelado objetivo. –JaJa lo logré , Al ... yo en verdad te amé pero tú no a mí y eso me hirió, ahora tu sientes lo que yo sentí, ya estoy feliz...¿Al? creo que ya no me escuchas...Te amo.

...

     No pude soportar lo que vi cuando desperté de mi frenesí, él se encontraba bajo de mí completamente indefenso e inmóvil,  no puedo creer lo que hice. las lagrimas comenzaron a brotar haciendo que mi pantalla comenzara a fallar, con cada gota que caía mi estado era peor, la culpa y el remordimiento me estaban matando. Al momento en que Val y Velvette me encontraron yo estaba cubierto de sangre, temblando y con un cadáver en mis manos.

 –¡¿Vox que mierda hiciste?! –Vel llevó sus manos a su boca para evitar vomitar por la escena.

–¿Como me encontraron? –dije entre lagrimas viendo a mis queridos compañeros.

–Ay amorcito siempre creí que eras salvaje, y eso me prende, pero creo que no debiste matar a tu juguetito si te ibas a poner tan sensible, ven a aquí. –Val me levantó y posó en sus brazos cargándome como una princesa mientras yo escondía mi cara en su pecho para que no me vieran llorar. –Pero que asco –utilizó su tacón para examinar el cuerpo inmóvil de Alastor. Luego de unos momentos pensando se dirigió a la salida casi modelando llevándose a su destrozado amorcito en brazos.

–¡¿Que mierda?! –interrumpió Velvette –ninguno de ustedes está viendo que acabas de matar al nuevo amiguito de la princesita del infierno, en verdad crees que no harán nada luego de ver como lo dejaste. Ay no puedo con esto voy a vomitar se está moviendo.

–Agh, está vivo –Valentino se veía claramente molesto ante la nueva información. –solo golpéalo con algo y vámonos. –Él no le tomó demasiada importancia hasta que vio mi cara de suplica. –Agh bien, bien, lo llevaremos con nosotros.

–Ja, ni pienses que yo limpiaré el desorden de sus berrinches, me voy.

–Yo tampoco lo limpiaré solo enviaremos a el pequeño asistente a que haga algo a ver si sigue vivo cuando llegue.



One-shots radiostaticDonde viven las historias. Descúbrelo ahora