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Era un día cualquiera en la Ciudad de Buenos Aires, Rodrigo Carrera acababa de ser despedido de su último trabajo. Seis años trabajando en esa cafetería, para ser despedido como cualquier otro pedazo de basura. Le dieron la paga del mes y sin más se marchó hacia su casa.

-¿Esta plata por tenerte trabajando como un esclavo durante seis años? que ladrones -exclamó el padre enojado.

-Bueno hijo, ya vas a encontrar otro trabajo -animó su madre, quien estaba preparando la cena.

En su casa eran cuatro personas, no era un lugar muy amplio. Su hermana, su papá, su mamá y él, no tenían todas las comodidades, pero un techo y comida era suficiente.

-Marcela, sabés bien que no hay muchos puestos de trabajos disponibles... solo digo que, necesitábamos esa plata.

-Tranquilo Pedro, no te pongas así, Rodri es muy capaz y es probable que encuentre laburo pronto. Ahora comamos -su mamá era una persona muy positiva, al igual que Rodrigo.

Cenaron, en total silencio. En el ambiente se notaba la angustia, el miedo por la poca ganancia.
Rodrigo fue a acostarse, decepcionado, no podía creer que había perdido su empleo, mañana iría con un amigo que tiene en una agencia de trabajos, a ver si encontraba algo disponible para él.

En la mañana siguiente fue a ver cómo su novio Germán corría, casi todos los días era lo mismo. Se dedicaba al atletismo, normalmente estaba enfocado en eso, pero se amaban mucho.

-No te preocupes amor, vas a ver que algo nuevo va a surgir -depositó un suave beso en sus labios -vas a triunfar si te enfocas mucho en algo que te guste, mírame a mí -habló señalando su remera, la cual decía "persona por obligación atleta por elección" una frase demasiado absurda.

-Yo no soy vos Ger, no sé que puedo hacer ahora, además nos íbamos a ir de vacaciones, ¿cómo lo voy a pagar? -puso sus manos en su cabeza.

-Sos capaz de muchas cosas Ro, y no te preocupes por las vacaciones, yo pago -le guiñó un ojo y siguió corriendo.

Almorzaron juntos y después Rodrigo se dirigió hacia la agencia, esperando por buenas noticias.

-Agus, dame soluciones no problemas.

-Que te parece... ah, mirá ¿depilador?

-No me llevo bien con la cera.

-¿Secretario?

-Mmm -simuló pensar -la verdad no sé... aunque hago lo que sea, ¿hay otra opción?

-Dejame ver -tecleó -oh, acá, este te va a gustar -rió-cuidado de una persona con discapacidad, no requiere experiencia, es casi de tiempo completo... es cerca de tu casa y están desesperados -pausó -es la quinta vez que buscan a alguien, realmente lo necesitan. Además acá dice que la paga es muy buena, aunque si querés conseguir este trabajo, vas a tener que cambiar un poco esa vestimenta -bromeó.

A veces los conjuntos de Rodrigo eran bastantes coloridos y un poco ridículos, a él le gusta vestir así porque él es así, una caja de sorpresas llena de colores. Normalmente se vestía con bermudas y medias muy altas, demasiado llamativo.

-Está bien -la propuesta sonaba interesante, jamás había hecho algo así. Su amigo mandó un e-mail para consultar cuando sería el encuentro.
La respuesta fue casi inmediata, se tenía que dar mañana, lo necesitaban urgentemente.

Fue a su casa a dar la noticia y a pedir ayuda con el tema de la ropa. Odiaba tener que cambiar su manera de vestir, todo sea por el dinero.

-Sé que no te gusta vestirte así, pero te ves bonito.

-¿Se supone que a alguien le gusta vestirse así?

-No sé, pero en su momento a tu padre le sirvió.

-¡Sí pero en el año 1983!

-No seas exagerado, te queda bien, estás listo para mañana.

Una camisa blanca junto a una corbata negra, arriba un saco del mismo color, al Igual que los pantalones. Odiaba cubrir sus piernas con cualquier otra cosa que no sean medias. Se iba a asegurar de conseguir ese trabajo y después vestir lo que él quisiese.

𝔂𝓸 𝓪𝓷𝓽𝓮𝓼 𝓭𝓮 𝓽𝓲  - rodrivanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora