cambio de planes -Sanemi x t/n

capitulo 22

Nunca antes me había bañado tan rápido, vestido tan rápido y saber que elegir en una tienda joyas tan rápido, pero cuando ví las cadenas de oro con un corazón, el par de madre-hija supe que era el indicado para t/n, e hice que grabarán la inicial de cada una en la cadena de la otra.

Llegamos al restaurante que le había dicho Himejima a Genya, el vino con una ramo de flores y chocolates para t/n y otro ramo más pequeño para Ani con un peluche

Esperemos en el estacionamiento, llevaban 10 minutos de retraso pero supongo que con una niña pequeña es normal que se retrasen, pero aún así tenía los nervios de punta.

Vimos su vehículo entrar al aparcamiento del restaurante y ellos bajaron, t/n iba hermosa, con un vestido negro elegante que se ajustaba a sus caderas y tacones altos, su cabello suelto, Himejima con traje, la pequeña Ani con un vestido rosa tipo princesa precioso.

T/n me quedo mirando de pies a cabeza, mis pantalones negros, camisa blanca y chaqueta negra, sin corbata, odiaba las corbatas y cuando caminó unos par de pasos alargó la mano hacía Himejima, este demasiado serio le pasó algo

-te lo dije -dijo t/n guardándose un billete-

-ganaste solo esta apuesta -le dijo Himejima y no pude evitar sonreír

-feliz cumpleaños -le dijo Genya entregandole el ramo- y perdoname -escuché la risa de los dos

-te voy a matar -le dijo t/n se abrazaron, mientras tanto yo saludaba a Himejima

-espero no molestar -apreté la mano de mi amigo-

-no, para nada -me respondió Himejima y asentí con la cabeza y miré a Ani

-¿Y quién es esta princesa hermosa? -Ani se lanzó a mis brazos y la recibí- eres la mujer mas hermosa de la noche

-¿y mamá? -preguntó ella, sentí todas las miradas puestas en mi

-¿tu madre? es la segunda -le toqué la nariz- tú sigues siendo la primera -le dije como contándole un secreto y ella se rió, t/n nos estaba mirando con una pequeña sonrisa y yo se la devolví -feliz cumpleaños t/n

-gracias -dijo ella mirándome fijamente a los ojos- e-es mejor que entremos -desvió la mirada nerviosa- ya se nos hace tarde y mi hermano quería venir a un restaurante fino

-queria aunque sea por un día comer algo en un restaurante elegante con mi familia -respondió Himejima

-por mi -le dijo t/n- hubiéramos ido a un Macdonad

Y nos reímos, t/n dejó las flores que le había regalado Genya en el vehículo, pero Ani se quedó con su peluche, yo aún no le entregaba mi regalo, quería esperar a que las manos me dejarán de temblar.

cuando estábamos en la entrada Himejima dió su nombre y caminamos a la mesa que habían reservado, el restaurante era realmente elegante, la mujer que nos llevó a la mesa nos indicó donde sentarnos

-acá hay un asiento para la niña -dijo la mujer y la senté- tiene una hija muy linda -la miré y me puse rojo, los chicos me quedaron mirando- igual a su esposa

t/n iba a hablar pero me adelanté

-gracias, son las mujeres mas hermosas del mundo -la mujer se fue, los tres, Himejima mi hermano y t/n estaban mirándome fijamente- ¿que?

-¿padre de familia? -dijo Himejima- eso no te lo crees ni tu

rodé los ojos- no iba a estar dándole explicaciones a la señora, por mi, que crea lo que quiera, no me molesta que piensen que Ani y t/n son mi familia.

Quizá la sonrisa la disimuló, pero el rojo de sus mejillas no

Ani se sentó al medio de mi y t/n e interactúaba con los dos, teníamos conversaciones en general, nos reímos bastante y también nos mirábamos de vez en cuando, y esa sonrisa que tanto amaba aparecía en sus labios.

Los hermanos Himejima nos contaron que estuvieron en una de las casas del señor Ubuyashiki y que entrenaron a Ani que ya podía sostener una pelea por media hora, aún no saben qué clase de respiración ocupa, pero ambos estaban de acuerdo que fuera Rengoku que empezará por qué yoriichi ocupaba la respiración solar.

T/n trabajará en la academia como apoyo y también hará las rondas nocturnas

-¿No estás nerviosa? -le preguntó Genya

-Un poco, hace mucho que no peleó con un demonio real -dijo t/n- pero es algo que no se olvida... supongo

-estarás bien -le dije- ninguno de nosotros le ha ganado en una pelea a Himejima, eres la primera

Ella sonrió

-ustedes son débiles entonces -bromeó-

-un día podríamos enfrentarnos los dos -le dije de manera insinuante, ella me guiñó un ojo

-¿Empiezas la otra semana? -preguntó Himejima, ella asintió- ¿Harás el recorrido que te van a dar?

-sabes que no -todos la miramos- voy a ir por otros lados, los demonios tienen que saber de memoria su recorrido

-y eso hace que no se acerquen a los lugares que protegemos -le dije a t/n

-¿Y la idea no es cazarlos?

-la idea es mantener a las personas con vida

-no está funcionando mucho -dijo t/n tomando de su copa, yo me tensé- sigue muriendo gente, hay que exterminarlos

-pero no colocando tu vida en riesgo, los demonios se han mantenido a raya y solo han habido uno que otro accidente

-¿Llamas accidente a las personas que han muerto? -me dijo molesta- ¿Esos son accidentes? ¿O será que ustedes no están haciendo su trabajo?

-¿Me estás culpando? -fruncí el ceño- no podemos estar en todos lados...

-pero si se pueden hacer más esfuerzos... mantener a los demonios a raya no es suficiente, ustedes se hacen llamar pilares pero lo único que hacen es estar encerrados en la academia.

-t/n -dijo Himejima- sabes que se hace mucho más que eso...

-sabes perfectamente que yoriichi jamás se encerró en la academia por qué él sabía que la verdadera ayuda se necesitaba afuera, en las calles -t/n miró a su hermano- ¿Cuando dejaste de creer en lo que él nos enseñó?

Himejima se quedó en silencio mirando a su hermana, todo se estaba volviendo tenso, y fue peor cuando Himejima volvió a hablar

-ya déjalo t/n -ella apretó el tenedor en su mano, los nudillos se le volvieron blancos- llevas casi cuatro años buscándolo cada vez que puedes y no lo has encontrado -una lágrima cayó de los ojos de t/n pero no las apartó- tienes que soltarlo...

-no -dijo ella- no dejaré de buscarlo Himejima así se me vaya la vida... no dejaré de buscar al recluta de mierda que se atrevió quitarle los padres a Ani, que hicieron mierda mi vida Himejima por qué no se tú, pero yo los quería y no dejaré de culparlos a ustedes por no ver qué ese imbécil tenía intenciones de convertirse en demonio -me miró- por qué aunque no me lo hayas dicho, sé que lo conocías, era amigo de Zenitsu.

Se levantó y se fue

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