Éramos ayer

Capitulo 4: Dejávu

Desde el golpe, me daba mucho sueño, siempre dormía y al despertar siempre era un nuevo día, los últimos dos días se habían tornado tan especiales, tan bonitos que aunque me sentía cansada y aún me dolía la cabeza, era feliz solo de pensar en el gran amor que tenía conmigo.
Nolan siempre volvía de la constructora, en la tarde, me dejaba preparado el desayuno y yo me hacía cargo de la limpieza de la casa, me gustaba nuestra pequeña casa, anoche Nolan me recordaba la historia de la foto que teníamos juntos en el escritorio.
>>Me llamaron a formar parte de una caminata, te invite a ir conmigo pero mencionaste
que no te gustaban los exteriores, yo te dije que habrían linternas flotantes y tú accediste,
en Ikpi,  se celebraba algo relacionado con las estrellas, así que fuimos
los dos, no soltaste mi mano ni un momento, me decías que caerías en el lodo y que no
tenías la ropa adecuada, yo te dije que te sostendría y que no tenías de que preocuparte,
bueno pues creo que me equivoqué, no vi un gran agujero de lodo y arena que había adelante,
y caí llevándote conmigo, estábamos tan sucios, que no resistimos toda la caminata,
regresamos a casa y como ese día era para lavar la ropa, olvidamos que estaba
toda en el cuarto de limpieza, busque en los cajones pero nada, Claret la vecina
organizaba una venta de jardín y como si el cielo nos escuchará, dos pares de conjuntos
estaban a la venta, quizá no eran los mejores pero funcionaban, para ambos shorts,
una camisa de flores hawaiana para mí y una de lirios y flores bordadas para ti.
Al menos teníamos ropa, acordamos nunca volver a ensuciar todo, y cuando salimos
miramos a Claret mientras recogía sus cosas, se nos ocurrió tomarnos una foto para
recordar el momento así que le pedimos que la tomara y, sonreímos mucho, después regresamos a casa y comenzamos a lavar todo, bueno mientras
te besaba, para aprovechar el tiempo y eso.<<<
Esas historias habían sacado muchas sonrisas de mi rostro y como no podía ser diferente, al finalizar me dedico un beso, y se ofreció a preparar el desayuno. Ver esa foto me relajaba mucho, quizá era por eso que la había puesto en el escritorio, quizá para recordarme que a pesar de la amnesia, siempre habían cosas buenas.
Nolan llegó a casa por la tarde, anticipé su llegada por el sonido característico del auto, cuando abrió la puerta principal, voltee a verlo mientras colgaba su gabardina en el perchero, se percató de que lo veía y algo en el aire cambió, no sé explicar que, pero nuestro beso fue tan intenso como si besarnos nos sostuviera o como si nos diera vida.
Acaricié sus rizos morenos mientras el preparaba la cena en la estufa, lo abrace por detrás y me impregne de su aroma, que a pesar de estar tantas horas en la construcción, seguía distinguiéndose, subí mis manos por su espalda y volví a acariciar sus rizos, también deje sus lentes a un lado y me quedé observando esos preciosos ojos color avellana que me fascinaban.
- Mandi, si sigues haciendo eso, no duraremos mucho tiempo vestidos – Su voz se volvía más grave y mis mejillas se sonrojaran, en ese momento me llegó algo parecido a un dejávu, a lo mejor pasaba esto todos los días y aunque yo no lo recordaba mi mente si.