La luz del sol en mi cara hizo que despertará aquella mañana, Esteban no estaba lo que si estaba eran unas cartas y una nota que decia: "disculpame por haberme ido sin despedir, nos veremos pronto cuando tu corazón y el mio hayan sanado. Con amor Esteban".
Estar con Esteban era un consuelo, saber que por lo menos ambos sufriamos me hacía sentir menos solo, pero en ese cuarto tan grande sentí una soledad inmensa.
Mi vuelo salía hasta dentro de 6 horas las cuales se me hicieron eternas, mi cabeza no dejaba de pensar y sobrepensar. De que me servía la fama y el dinero si no tenía amor, si no tenía a Matías a mi lado...
Mi vuelo salió y en el me encontré con Felipe Otaño, tuvimos una conversación muy interesante, por momentos se me olvidaba la razón de mi tristeza, por momentos olvidaba lo miserable y solo que me sentía... Pero al final el dolor seguía ahí.
Me di la vuelta para mirar el cielo a través de la ventana del avión, Felipe Otaño que iba al lado mio toco mi pierna, lo cual hizo que despertará de mis pensamientos.
-Enzo- me dijó. -Ya casi llegamos boludo, no olvides ir a mi casa el próximo fin de semana-. Dijo mientras abrochaba su cinturón para aterrizar en Buenos Aires. Yo asentí con la cabeza mientras hacía lo mismo.
Felipe se despidió de mi, ahora que había llegado a Argentina era hora de enfrentar mi destino, realmente no sabía a quien buscar primero, el miedo me había invadido y por primera vez en mi vida me avergonzaba mis sentimientos, me avergonzaba haber creído en que lo que hacía era lo correcto.
Sentía que le debía una disculpa a Blas y sobre todo a Matías pero de igual manera ellos habían lastimado mis sentimientos.
Aquello que me había escrito Esteban de que nos veríamos cuando nuestros corazones sanarán tenía algo de razón. Debía sanar y si Matías no era para mi debía aprender a soltarlo y seguir con mi vida aunque a veces me preguntara porque el destino era así de injusto, porque me permitió conocerlo si no iba a ser para mi, porque fue solo mio si no sería para siempre.
Sin darme cuenta la noche llego y yo aun no tenía a donde ir, ni siquiera había reservado un hotel y para mi mala suerte esa noche no había hoteles disponibles.
Camine por el aeropuerto de Buenos Aires, buscando un baño donde pudiera lavar mi cara, despejarme un poco y pensar donde pasaría la noche cuando de repente escuche mi nombre.
-Enzo- grito con su voz no tan infantil. -Sabía que vendrías, dale vení y dame un abrazo-.
Mi corazón comenzó a latir fuerte cuando me di cuenta quien era el que me hablaba, después de todo lo que había pasado, con esa sonrisa parecía que me hacía olvidar el daño causado o que yo había causado, esa sonrisa infantil que me daba vida pero a la vez esa sonrisa cínica qué sabía que iba a caer ante el como la primera vez y que tenía toda la razón del mundo porque era imposible no volverse loco por el.
ESTÁS LEYENDO
(EnzoxMatias) LSDLN y la herida del corazón de Enzo Vogrincic
RomanceEnzo vogrincic jamás pensó que filmar la sociedad de la nieve traería no solo fama y éxito a su vida si no que también el corazón rotó que le habría provocado enamorarse de Matías su compañero...