°°••°°Capítulo 7••°°••

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Los padres de SeonWoo llegaron al día siguiente. Un día antes del primer día de primavera.

- Está bien, Wonie. - SeonWoo le sonrió de forma tranquilizadora.

- ¿Seguro no quieres que vaya contigo?. - preguntó preocupado el menor, acariciando las mejillas contrarias con suavidad.

- Puedo manejarlo. Ya te presentarás con ellos después de que nuestra unión termine, ¿sí?. - Yang aún no muy convencido asintió.

Kim iría a hablar con sus padres respecto a dejar su lugar como Alfa y futuro líder de la manada. Y JungWon estaba aterrado, por todos los cielos, estaba muy asustado.

- Bien...

- Te veré mañana a primera hora, ¿bien?. - JungWon asintió y el Alfa tomó una de sus manos entre las suyas para dejar un suave beso y posteriormente dejar otro beso rápido sobre sus labios antes de marcharse.

JungWon le miró irse hacia sus padres, para posteriormente decirles algo y llevarlos a otra parte, seguramente a su casa.

Yang soltó un suspiro tembloroso. Se dirigió hasta su cabaña, donde encontró a cierto Alfa sentado en las escaleras de ésta.

- Uhm. - JungHwan se giró a mirarle y le saludó con la mano, saludo que JungWon correspondió.

- Está adentro, sólo estaba cuidándolo hasta que volvieras. - el Alfa menor asintió.

- No tenía que esperar afuera, sabe que no hay problema conmigo porque entre y ocupe mi lugar. - JungHwan apretó una sonrisa.

- Fue él quien no me dejó entrar. - respondió.

JungWon no supo qué decir ante eso, por lo que sólo asintió despacio y subió las escaleras, entrando a su morada.

YoungJae leía un libro sobre su cama. Al verlo le sonrió.

- Hey, ¿cómo te fue?. - preguntó cerrando el libro y dejándolo sobre la mesa de noche.

- Ah... Está hablando con sus padres. - respondió JungWon bajando la mirada.

Aunque él y YoungJae eran amigos, al Alfa aún le resultaba vergonzoso hablar sobre esas cosas con el castaño.

- Dios, incluso yo estoy nervioso. - el menor soltó una risita.

Una vez cambiados y después de cepillar sus dientes, ambos se quedaron dormidos juntos, sentados en la cama recargados uno contra el otro, liberando sus feromonas para tranquilizarse mutuamente.

Sin embargo, fue a eso de más de medianoche que JungWon despertó de la nada. Su lobo estaba inquieto y le hacía doler el estómago.

El Alfa se levantó con cuidado de no despertar a YoungJae y se dirigió a la ventana. Todo parecía tranquilo, hasta que de pronto las figuras de los padres de SeonWoo junto con el pelirrojo se hicieron presentes a la distancia.

Su corazón comenzó a latir con prisa. Observó a la madre de SeonWoo darle un abrazo y a su padre darle la espalda. Su corazón se hundió dolorosamente hasta su estómago y su lobo resopló.

“¿Por fin te das cuenta?”

“Ahora lo sé”.

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La mañana siguiente fue increíblemente movida.

JungWon estaba sentado a un lado de YoungJae, observando cómo los jóvenes venían de aquí a allá, invitando a otros a participar con ellos o simplemente preparándose para el evento que iniciaría en unas horas.

SUSURROS DEL CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora