Preludio

250 23 87
                                    

Simplemente estaba ahí, mirando el cuerpo que yacía en la orilla del río, viendo cómo la cristalina agua se teñía de carmín.

Tenía razón, era un monstruo.

Todavía no era realmente consciente de que había sucedido.

Había ido al río por algo de agua, ya que, su casa no tenía el lujo de tener servicios como luz o agua. Pero cuando se agachó para llenar el recipiente, su cabeza fue unida en el líquido transparente.

Uso todas sus fuerzas para darse la vuelta y pelear y fue ahí cuando todo se tornó extraño, el rostro de la persona que lo había atacado era el de su madre ¿Por qué ella haría eso? Sabía que estaba enojada con él por el incidente que había provocado con la sopa de hace unas semanas.

¡Pero él no sabía que tenía magia o algo así! La sopa simplemente explotó.

Ver a su madre le causó confusión y escuchar sus palabras le causó dolor.

– Eres un maldito monstruo, una maldición. – Dijo mientras hundía el rostro del niño aún más en el cuerpo de agua. – Nunca debí tenerte ¡Solo muere!

¿Qué estaba pasando? Ellos eran pobres, pero eran felices. Su madre lo amaba con su alma, entonces ¿Por qué?

Cerró los ojos con dolor, no soportaba ver el rostro de su madre, no soportaba ver su expresión de odio.

No quería morir, se había prometido que iba a ayudar en casa y hacer muy feliz a su madre.

No quería morir.

Sintió su cuerpo más ligero, las manos al rededor de su cuello habían perdido la fuerza y lentamente lo soltaron.

Pensó que su madre finalmente había vuelto en sí.

Grave error.

Se levantó lo más rápido que pudo y respiró con dificultad escupiendo el agua que había entrado en su organismo.

Mientras tosía desesperado, abrió uno de sus ojos y vio el horror mismo.

Su madre tenía tres grandes heridas en su cuerpo, parte del agua había tomado una extraña forma y habían atravesado a su madre en el abdomen, pecho y brazo.

– Ma... Má... – Pronunció aterrorizado.

– Ojalá... Te pudras en... El infierno... Monstruo. – Esas fueron las últimas palabras de la mujer.

¿Él había causado eso? ¿Cómo?

Estuvo mirando la escena por varios minutos, sin tener reacción alguna, sin entender que había pasado.

Intentó cargar el cuerpo de su madre para llevarla a un hospital, tal vez aún podían salvarla.

Pero el cuerpo inerte de una mujer adulta era demasiado peso para un niño de seis años.

Deseo con todo su corazón tener la fuerza para poder cargar a su madre y sin darse cuenta unas especies de ramas de un color extraño habían tomado las extremidades de la mujer y la habían alzado en el aire.

¿Era obra suya? ¿El agua se movía si lo pedía? Probó nuevamente y del río salió un chorro disparado.

¡Realmente tenía magia!

Se emocionó por un segundo pero luego se dio cuenta de la situación en la que estaba. Con ayuda de sus "poderes mágicos" emprendió un camino hacia un hospital.

Aunque su plan tuvo dos grandes fallas, la primera: no sabía dónde quedaba un hospital, vivían en una zona alejada de cualquier civilización, aunque quedaba cerca de los barrios bajos de Yokohama. La segunda falla es que no sabía cómo usar bien su habilidad y entre más se alejó del río, más difícil fue cargar con su madre.

Bungo stray dogs: El guardián de la lluvia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora