"Ella tuvo que adaptarse a nosotros porque siempre fue diferente. No es una de nosotros".
...
Cuando las luciérnagas se quedaron sin la cura para detener a los infectados, cuando Joel eligió salvar a Ellie, fue el inicio de un creciente sentimi...
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HEATHER;
La última vez que sentí tanto impulso violento habría sido cuando era más pequeña, antes de aprender a controlarme. Antes de que Joel me enseñara a hacerlo.
—¿Como vamos a bajar hasta allí? —la tormenta ya no era tan pesada, así que podía ver con mejor enfoque a Ellie en su caballo, y así también podíamos ver una construcción por la zona a unos pocos metros bajo la montaña.
Mi respiración pesada era indicio de alteración, pues mientrasas cerca estuvimos mis pensamientos preocupados más destructivos se volvían. Como si lo único que hiciera fuese alimentar la semilla de miedo en mi interior.
Hacia mucho tiempo que no sentía tanto miedo, y ese miedo se convertía en violencia justo como cuando era pequeña.
No me gustaba sentirme así, no me gustaba sentir que lo que tuviese en manos lo destrozaría de tener la oportunidad.
—No hay rastro de infectados —mencioné bajando de Glitter con la mirada de Ellie sobre mí—. Pero al no saber qué hay dentro, será mejor separarnos.
—No es buena idea, justamente por no saber qué hay dentro no quiero que te alejes —contradijo Ellie bajando del caballo igual—. Y me preocupa lo alterada que te ves.
—A mi me pone nerviosa que estés demasiado calmada —dije—. Por eso es mejor separarnos. Además; podría haber una emboscada o algo por el estilo. Rodearé la construcción abriendo paso en caso de atacantes y tú buscas a Joel.
—Heather, no estámos en condiciones...
—Trae a Joel con vida —pedí mirándole con firmeza, lo cual dejó a Ellie sin palabras. Sin esperar una respuesta cargué mi rifle y me di vuelta para deslizarme por la nieve para bajar hasta la construcción.
Aunque oí a Ellie maldecir por mi "falta de apego al plan" continué con lo mío, buscando rodear la zona con un trote y mi arma en alto por si acaso.
Para este entonces mi corazón palpitaba con tanta fuerza que podía sentirlo en mis oídos. Solo necesitaba saber que Joel estaba bien.
No era creyente, pero en ese instante le rogué a Dios que lo cuidara.
Rodeé la cabaña, notando así como Ellie entraba a ella. Escondiéndome tras los muros, lograba oír gritos lejanos, y mentiría si dijera que eso no provocó que tuviese más miedo.
Miedo por Joel.
Y no me gusta sentir miedo.
Continúe avanzando, la zona parecía despejada a plena vista, lo cual me mantenía mucho más alerta de lo que quería. Y lo peor ni siquiera era eso, sino que la maldita cabaña era enorme.
Los gritos a lo lejos me dieron la idea de soltar el arma y correr en busca de Joel, pero debía apegarme al plan, pues de salir mal los perdería a ambos.
