"Ella tuvo que adaptarse a nosotros porque siempre fue diferente. No es una de nosotros".
...
Cuando las luciérnagas se quedaron sin la cura para detener a los infectados, cuando Joel eligió salvar a Ellie, fue el inicio de un creciente sentimi...
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ELLIE;
Heather permaneció inmóvil al oírme, como si estuviese analizando mi comportamiento. Como si estuviese teniendo un debate interior. Llegué a creer que diría que no, que mentiría y entonces no sabría qué hacer.
—Si —no era la respuesta que quería, pero si la que imaginé. Cerré mis ojos ahora siendo yo quien sentía ganas de llorar, sintiendo impotencia y molestia—. Pero no creo que sea el mejor momento para hablarlo —no estaba siendo cínica, su gesto me revelaba su empatía y su delicadeza al hablar.
Entendía que ella estaba pensando que mi estado emocional ya no daba para más, y era totalmente cierto. Por esa razón, me enojé aún más, porque no estaba en condiciones de nada.
—¿¡Y cuando es el momento para tí!? —sonó más alto de lo que quería—. ¿¡Cinco años!?
Viper se levantó de su sitió y empezó a ladrarme, protegiendo a la rubia de mis gritos.
Heather se había quedado inmóvil una vez más, pero esta vez ya no era por haber sido atrapada, sino que parecía similar a cuando Joel le regañaba de forma agresiva siendo ella pequeña.
No quería tratarla mal, no quería que se sintiera mal. Pero no podía parar, era como si de tanto haber pospuesto tanto la conversación que ahora ni siquiera podía pensar en dejar las cosas incompletas.
Tenía que seguir.
Las palabras salían de mi boca como vomito ácido que no sólo me quemaba la boca, sino que le dañaba a ella.
—¡Por Dios, Heather! ¿Qué más tienes que ocultar?
También me ocultó lo de Dylan. Hasta ahora ni siquiera le había dado tanta importancia porque dijo que no fué nada. Pero ahora que mintió y ocultó cosas, ¿debo creerle sobre eso también?
No, Heather es buena chica. Ella no lo haría.
¿O es que no la conozco realmente?
¿Por qué tenía que mentir? Si me miente... Voy a creer que lo hace siempre.
—¡No todo tienes que saberlo! ¡Es mejor que no sepas algunas cosas! —al sentirse amenazada, la rubia también levantó su tono de voz aún con Viper ladrando de fondo. Y en mi estado emocional, sumando mis pensamientos negativos, sus gritos y los ladridos del can, sentía que iba a estallar—. ¡Por protección!
—¡No quiero que me protejas si me vas a mantener en un estado de ignorancia! ¡Mierda! ¿¡Qué carajos sucede contigo!? —con esas últimas palabras, mi voz se quebró por completo haciéndome llorar un poco, así que tuve que cubrir mi boca para callar los sollozos.
—Viper, silencio —soltó, casi dudando de si bajar su tono o no. El can obedeció. Intenté calmarme un poco mientras ella guardaba silencio, observandome—. Ellie —me llamó con un gesto de pena en cuanto logré calmarme un poco y respirar—. Te estoy cuidando, déjame cuidarte.
