El hilo rojo

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La pastelería valzani una de las más espléndidas de toda Italia, conocida por preparar los postres más dulces y deliciosos de toda la ciudad, y claro todo el mérito se lo lleva su excelente chef, Raine Whispers.

- Te encantará conocer a Raine, es un viejo amigo de la infancia, era amigo de mi padre y en algunas ocasiones me cuido a mi y a mis hermanos - menciono Amity con mucho entusiasmo en su voz.

- no puedo esperar para conocer a alguien que comprarte tanto, el amor por la repostería como yo-

El sol de la tarde pintaba de tonos cálidos las calles empedradas de la encantadora ciudad italiana. Amity y Lucia caminaban por las calles de aquella bella ciudad, disfrutando de la arquitectura antigua y los aromas tentadores que flotaban en el aire. Habían decidido aprovechar su viaje a Italia para visitar a un viejo amigo de Amity, Raine, que ahora era dueño de una pastelería reconocida en la región.

Al llegar a la pastelería, un delicioso olor a pasteles recién horneados las recibió. Raine salió emocionado a recibir a Amity y su nueva invitada. Con un abrazo cálido, los tres se fundieron en una alegre bienvenida.

- Amity!, que alegría verte de nuevo, hace mucho tiempo que no te veo, que te trae por Italia-

- También me alegra verte de nuevo Raine, vinimos con gus por un regalo para Lucia-

- Que maravilla!, pero que señorita tan espléndida, un gusto Lucia, mi nombre es Raine, y soy el dueño de esta encantadora pastelería-

Raine, un hombre apasionado por la repostería, les mostró con orgullo su pastelería. Los mostradores estaban repletos de coloridos macarons, exquisitos cannoli, y tentadoras tartas de frutas frescas. Las paredes estaban decoradas con fotos de sus creaciones más famosas y premios que había ganado en concursos de pastelería.

- El gusto es mío Raine, Amity me a estado contando mucho de ti, y debe decir que compartimos el mismo amor por la reposterí-

- Una pequeña chef en ascenso eh, me parece genial, que te parece si preparamos algo juntos, me encantaría ver tu talento en acción-

- claro!, me encantaria aprender de usted -

- pues no se diga más, manos a la masa-

Mientras Amity y raine recordaban viejos tiempos, Lucia observaba con admiración el talento del chef y la pasión que compartían por la repostería. Raine, con su encantadora personalidad y su habilidad para contar historias, cautivó a Lucia con anécdotas sobre su trayectoria como pastelero.

Después de un recorrido por la pastelería, raine los llevó a la cocina, donde les enseñó a hacer su famoso tiramisú. Amity y Lucia se pusieron delantales y se sumergieron en la experiencia, riendo y disfrutando de cada momento juntas.

Mientras esperaban a que el tiramisú se enfriara en el refrigerador, raine las llevó a una pequeña terraza en la parte trasera de la pastelería. Desde allí, podían ver la ciudad extendiéndose bajo el cálido sol de la tarde. El sonido de las campanas de la iglesia cercana llenaba el aire, creando una atmósfera mágica y tranquila.

Sentadas en una mesa de hierro forjado, Amity y Lucia compartieron miradas cómplices, agradecidas por aquel momento especial en Italia. Raine les sirvió dos tazas de café espresso y un trozo de tarta de limón, un regalo especial para ellas.

Mientras el sol se ocultaba en el horizonte, Amity, Lucia y raine brindaron por la amistad, la pasión por la repostería y los dulces encuentros que la vida les regalaba en ese hermoso rincón de Italia.