CAPÍTULO 12

71 9 0
                                    

Lamentablemente ni Kiyohime o Yor habían tenido la dicha de acompañar al jefe de la familia en su extraña aventura que trajo de consecuencia la primera Stella de la menor (misma que se gano al rescatar a un niño), pero sufrían las consecuencias ig...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lamentablemente ni Kiyohime o Yor habían tenido la dicha de acompañar al jefe de la familia en su extraña aventura que trajo de consecuencia la primera Stella de la menor (misma que se gano al rescatar a un niño), pero sufrían las consecuencias igualitariamente como la familia que eran

─¿Quieres un perro... como premio? ─en su voz se podía apreciar cierta duda y extrañeza, la petición de su hija no había sido ni contaba entre las posibilidades de gastos para la misión

Loid quien estaba sentado en el sillon individual tenía de frente la mirada segura y valerosa de la menor, parecía evitar perder el contacto visual que evidenciaba una convicción nunca antes vista

─Si tenemos perro, tendremos la paz ─era tal su seguridad para hablar que el castaño entrecerró los ojos analizando sus últimas palabras, ¿a que se refería?─ ¿La paz?,¿La paz interior? ─se apresuró a contestarle

─No se si eso sea posible Anya ─aprovechó el prolongado silencio de los emisores y se sentó al lado de la menor en el suelo─ no sabemos si en el edificio son admitidos, algunos lugares prefieren no aceptar nuevos inquilinos por ese detalle ─Kiyohime cruzo los brazos esperando una contestación afirmativa de su oración

Cuando analizaba las posibilidades  estas eran mayormente positivas, tal nueva adquisición podría traer consigo beneficios en cuenta a seguridad e imagen

─No, de hecho tal vez no es una mala idea ─le hizo un pequeño ademán el espía a Nakamura en contra de su enunciado─ antes de mudarnos leí detalladamente el contrato, en ninguna parte se menciona algo al respecto ─tomó su barbilla tratando de hacer memoria─ la verdad es que había pensado tener una mascota

Maldijo en voz baja pero audible para los presentes, su problema no era por algo tan realista y preocupante como normalmente sucedería, si no un capricho que parecía comprometerse con las palabras del rubio. No era tan fanático de los perros, no los odiaba pero los respetaba y admiraba desde una distancia segura de varios metros, prefería la compañía silenciosa y tranquila de un felino de tamaño promedio que de un costal de papas de peso desconocido

Tal vez era duro al pensar así sin otorgarles alguna oportunidad, sin embargo, fueron tales los dramáticos momentos que paso con aquellos animales durante su infancia que prefirió mantener la lejanía, no era un recuerdo traumatizante pero si bastante incómodo

─Tener un ser vivo como mascota es una responsabilidad muy grande ─trató de optar por otra estrategia para disminuir la emoción y terquedad de la niña─ tienes que sacarlo a pasear a diario, a que haga sus necesidades, comprarle comida, limpiarle sus trastes ─aunque la lista continuaba entre ideas parciales e imparciales la menor ignoraba toda información, no estaba dispuesta negociar las condiciones

─Kiyohime tiene razon ─la señora del hogar se acercó apenas la plática llegó a sus oídos─ tener una mascota es cosa difícil ─se agacho para poder dialogar más con la menor─ tienes que responsabilizarte mucho

Dragon Eye ─Loid ForgerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora