Dragon Eye ─Loid Forger

CAPÍTULO 14

─Esto... ─junto sus manos extrañada tratando se hacer memoria─ ¿Quién es usted?

─Disculpe, trabajo con el doctor Forger ─su voz lenta, suave y pausada la alarmo bastante, hablaba con tal gracia que la envidiaba─ me llamo Fiona Frost

─¿Trabaja con Loi? ─ciertamente el apodo cariñoso que había estado empleando el castaño había tomado fuerza entre todos los integrantes de la familia, era normal que se refieran asi del espía─ lo siento, pero mi marido salió con su amigo y la niña a pasear al perro

─Oh vaya, error mio

Con un rostro neutral le mentía descaradamente a la señorita Briar, su llegada tan imprevista ya había sido planificada detalladamente por la misma, pacientemente desde una distancia moderada contempló el momento exacto en que las personas de su misma profesión se retiraron dejando a la civil, aprovecharía su evidente soledad para poder interferir con sus responsabilidades en la misión

─El otro día vino con su hija y olvido esto ─de entre su bolsa busco una gran lupa dorada─ vine a devolvérselo

─Ah, asi que eso era ─lo recibió gustosa, recordó el momento en que su pequeña se acercó con lagrimas a contarle su perdida─ gracias por tomarse la molestia ─se miraron fijamente por un prolongado rato y con nerviosismo trato de ser amable─ ya se que molestó en venir, ¿quiere pasar y esperar dentro?

─Gracias, acepto la invitación

Cuando ambas femeninas tuvieron la oportunidad de sentarse frente a la otra las miradas críticas no se hicieron esperar, aunque cada una tenía un diferente motivo

Celos, envidia, curiosidad, los valores base de ese silencio tan infernal, ninguna de ellas se había tomando el tiempo de emplear una plática agraciada, no ocultaban sus evidentes actos

Yor la veía con un sonrojo discreto, estaba maravillada por la belleza que transmitía, sus movimientos tan delicados y medidos demostraban lo bien preparada que estaba para la vida en sociedad, las prendas que empleaba variaban en una paleta de tonos fríos contrastando con su blanco pelo liso, pero el aspecto que más la sorprendía era el aura misma que ella emanaba, fuerza, valentía, determinación, estaba segura que podía percibir tales adjetivos desde tan corta distancia

Era una mujer moderna, representaba dos corrientes opuestas de la sociedad actual, por un lado se encontraban las reglas arcaicas que les impusieron los varones y por el otro su deseo mismo de transformar su propia vida

Yor sentía envidia, se había cuestionado con desesperación si aquello era posible, pero la respuesta ya estaba delante de sus ojos

─¿Ocurre algo? ─se había percatado de la mirada curiosa de la contraria─ tiene un hogar muy lindo

─Del mobiliario se encargó mi marido y-y su amigo ─trataba de responder sin tartamudear

No podía negar que además de los puntos expuesto con anterioridad estaba bastante nerviosa por la presencia de un nuevo invitado, tan solo se había relacionado con dos masculinos que ya frecuentaban la casa, Franky que era amigo de su marido y su propio hermano menor