"El mudo se rige por simples sucesos"
Morir y reencarnar en el dios Hefesto aquel que es despreciado por los dioses de su propio panteón, que podría salir mal
Mientras Hefesto y la diosa de la sabiduría Atena observaban como el pequeño dragón serpentino y Artemisa la diosa de la luna se peleaban por un trozo de pastel, le salía una pequeña gota de sudor. Como una diosa y un dragón "primordial" pelean por una cosa así hasta Atena estaba mirando la escena con una cara muy rara de ella
Hefesto: Por que pelean si hay más
Intentando ser la voz de la razón en este ridículo y gracioso conflicto el dios de la forja saca otro pastel de una dimensión de bolsillo, esto había distraído a la diosa de la caza que por 0.0001 segundos se había distraído, Ddraig aprovecho este lapso tan absurdo para robar el pedazo de pastel
Ddraig: [No toque mi comida]
La voz metalica que provenía del cascarón que contenia al dragón Celestial sonaba en un tono metálico, el dragón rojo parecía amenazar a la diosa con sus palabras, Atena solo seguía observando como su hermana miraba mal al dragón
Hefesto: Dejen de pelear
Unas simples palabras paro aquella disputa hecha por los dos seres ancestrales, fue más un acto instintivo que cualquier cosa
Atena: Este lugar cada vez me sorprende más, esos hombres de metal que caminan por toda la isla son tan interesantes
Fuertes pisadas hacía temblar toda la tierra, un guardian ruin caminaba Serca del lugar su poder y coraza eran lo más notorio
Hefesto: Ohhhh ellos no creo que sea tan impresionante, son simples recolectores
Todos dejaron lo que estaban haciendo para mirara de forma incrédula al dios de la forja, como el, el propio creador de un arma bélica que a leguas tendría la capacidad de resistir ataques divinos fuera puesto como un simple "Recolector"
Hefesto: ¿Qué?
Ddraig: [Encerio llamaste Recolector a un arma que tendrá la capacidad de dañar a los dioses sin ninguna dificultad]
El dragón no estaba preguntando estaba afirmando sus palabras, Ddraig Goach había visto lo inteligente y peligroso que podría ser Hefesto si se lo proponía, después de todo peleó contra el y perdió, al igual de ver cómo construia de principio a fin los "Recolectores"
Atena: Creo que no tienes que darle tan poco mérito a una de tus creaciones, suena a lo que hace Tía Deméter con las plantas creo que las llama cultivos o algo así
Hefesto: Tienes más familia...
Atenea/Artemisa: Si...
Las dos diosas hablaron al únisono, en su tono de cada uno sonaba la duda una duda un tanto peculiar, miraban al dios de la forja de principio a fin, un cabello tan rojo como la propia lava, su rostro fino como la porcelana y tan blanco como el marfil, su altura y musculatura era digna de un dios griego, a Hefesto se le podría considerar un dios de la belleza en toda regla y más con su belleza divina que por mucho superaba a esta misma, sin saberlo las dos diosas le estaban concediendo otro título y ellas caían en los encantos de este mismo
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
