"El mudo se rige por simples sucesos"
Morir y reencarnar en el dios Hefesto aquel que es despreciado por los dioses de su propio panteón, que podría salir mal
Grandes extensiones de tierra temblaban ante los pasos del enorme golem conocido como Regigigas un titán hecho por las manos de Hefesto, un ser creado y bendecido para tener una fuerza titanica capaz de rivalizar y superar al propio atlas. Un ser hecho para terraformar la propia tierra con sus propias manos
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Hefesto: Entonces que dices...
El dios hablaba tranquilamente con su hijo, sin importarle mucho la vista aún incrédula de la diosa de la familia que para este punto su mandíbula parecía descolgarse de su cuerpo. El enorme titán emitió un sonido inteligible, un sonido que no se parecía a ningún idioma creado por el hombre o por los dioses, mientras los oficios en su parte delantera se iluminaban en colores azules y rojos
Hefesto: Encerio que interesante, pensé que todos estuvieran durmiendo pero que Regidrago este recorriendo Lemos me parece algo interesante
El enorme titán continental emitió nuevamente aquel sonido, solo para detenerse unos momentos y de nueva cuenta comenzar, solo que está vez apuntando a la diosa, el dios herrero miro hacia la dirección de su tia solo pudiendo observar con gracia la expresión de la diosa
Hefesto: que sucede tia Hestia....
La diosa virgen no pronuncio ninguna palabra solo observaba al gran titán que se alzaba encima de los colosales árboles del bosque de Lemos
Hestia: C-como es que...
El habla de la diosa parecía dejar de funcionar al trabarse en cada palabra, el dios entendía la preocupación de Hestia, después de todo los Titanes son un tabú para los griegos y más teniendo en cuenta que el mundo sobrenatural ha estado en un Caos por la desaparición de Ddraig
Hefesto: Ohhhh pero que falta de respeto, no los presente
El dios herrero apunto hacia el enorme titán
Hefesto: El es Regigigas uno de mis hijos...
Ante esas palabras el gran Regi saludo con su mano lentamente, mientras seguía emitiendo aquel sonido robótico. La diosa seguía sin creerlo Hefesto había tenido un hijo, pero con quién
Hefesto: Regigigas ella es mi tía Hestia
La diosa seguía sin salir de su estupor el pequeño dios Hefesto, un dios "menor" con apenas unas decenas de años y aquel gran titán rebosaba de una gran fuente de magia en su interior
