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─¿Entonces ahora sí estás de humor para hablar?

El más alto suspiró.

─Sabés que aunque me enoje con vos no te puedo ignorar por mucho tiempo.

─¿Ah sí? ¿Y por qué?

─No te hagás... Sabés bien por qué.

El menor rodó los ojos.

─Sólo sé lo que supongo, pero no sé nada en concreto. Prefiero que me digas vos mismo qué es lo que pasa.

─Con eso me estás tentando a decir algo que quizás no estás listo para escuchar.

─Pero si te lo estoy diciendo... ─Acercó su mano hasta el rostro del mayor y lo acarició lentamente con el pulgar, perdiéndose en sus profundos ojos─, es porque en serio quiero saber qué es lo que te pasa conmigo.

─Yo... ─Entreabrió sus labios para decir algo, pero no pudo evitar mirar los labios del chico que lo tenía vuelto loco sin pensar en lo que se moría por hacer─. ¿Cómo llegamos a esto? Aún no me explico nada.

El más bajo sonrió.

─Ni yo sé. No sé en qué momento las cosas entre nosotros empezaron a cambiar, digo, jamás imaginé que me interesaría un hombre.

─¿Y te arrepentís?

─No ─contestó de inmediato, bajando su mano por el cuello del contrario─. Te puedo asegurar que no.

El mayor lo miró con una tierna sonrisa.

─Yo tampoco. Jamás me arrepentiría de sentir algo por el chico más hermoso y demente que he conocido.

─¡Oye!

─Sabés que es verdad ─Rió el más alto.

El menor rodó los ojos y soltó una pequeña risa.

─Bueno, ¿y entonces...?

─¿Entonces qué?

─¡Ay, dale! ─exclamó, volviendo a reír─. ¿Qué te pasa conmigo? Necesito escucharlo. Necesito... confirmarlo.

El más alto mordió su labio inferior nervioso y soltó un leve suspiro.

─¿Qué me pasa con vos? ─preguntó, repitiendo la pregunta más para sí mismo─. Creo que la verdadera pregunta es qué no me pasa. Desde que hicimos este viaje me di cuenta de que he sido un completo idiota, y ya no tengo ganas de estar lejos de vos por más que nos veamos todo el tiempo. Yo... Yo me enamoré de vos indudablemente como no tenés idea, y aunque no me correspondas, jamás me arrepentiré de sentir esto. Sos todo lo que necesito para estar bien. Sos el único para mi. Y podría seguir por horas, pero yo también necesito saber qué sentís por mi antes de... hacer algo más.

El más bajo ahogó un grito de felicidad y sonrió hasta más no poder, sintiendo su corazón latir a mil y sus manos temblar.

─Soy un pelotudo por no haber hecho algo antes, porque secretamente yo también me moría por vos a pesar de que intentaba convencerme de que no. Soy un boludo, pero no me culpo porque vos me hacés así ─Mordió su labio inferior y a los pocos segundos sintió la mano del mayor tomar la suya con fuerza para darle un tierno beso en el dorso de esta. Sonrió─. Sé que todo esto es muy cursi, pero tengo que admitir que yo también estoy enamorado de vos. Te quiero como no te imaginás y estoy cansado de ocultarlo. En serio me gustás.

Ambos se miraron a los ojos por unos momentos antes de romper el contacto que mantenían y atreverse por fin a acercar sus rostros para hacer aquello que anhelaban.

La noche de París era helada, pero el calor de las emociones y de los cuerpos los mantenía a tope para restarle importancia y enfocarse en lo único que importaba; besarse como la primera vez.

𝗬𝗘𝗦, 𝗔𝗡𝗗? || Enzo x MatíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora