VI.

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Cuando volvió a intentarlo, el había salido por encargos. Al día siguiente creyó que sería el momento, pero ayudaba a las creaciones de Ruan Mei con no sé qué, pues Dan Heng ni siquiera se molestó en preguntarle algo. Estaba muy molesto con él.

Así paso otra semana, y las flores cada día estaban peor, Dan Heng no podía evitar sentirme frustrado, molesto y culpable. ¿Realmente es su culpa? No pudo evitar llorar un poco en el día número diez, al ver que la mayoría de plantas ya no tenían más vida, por más cuidados que le haya estado dando, Dan Heng no era jardinero, y tampoco entendía qué debía hacer. Pero sabía que ya no podían volver a la normalidad.

Lo hecho, hecho estaba.

En el día número doce decidió que debía parar de intentarlo, después de todo, era tan mágica la forma en la que siempre que lo buscaba, a toda hora estaba ocupado, que le parecía improbable el momento en el que él se encontrara a su disposición. Y las flores ya estaban todas muertas.

Aún así no las tiró, las dejó allí, sobre su mesa. Cambiaba el agua todos los días, les hablaba y les contaba sus penas. Aquellas flores se habían vuelto, según él, un mejor compañero que el trazacaminos, con el que no hablaba hace semanas. Todo por no poder confesarse, y todo por no poder darle lo que el pedía…pero…¿Era su culpa no poder darle algo…si no le decía qué era lo que quería? Dan Heng no creía que fuese así como funcionaba la lógica.

En el día catorce cualquier tristeza que llegó a sentir se convirtió en enojo masivo. Uno tan grande que ni Pom-Pom quiso acercarse a preguntarle qué le sucedía. El solo hecho de escuchar el nombre del trazacaminos lo llenaba de furia. Y su imaginación no ayudaba en lo absoluto. ¿Por qué se sentía tan solo en esa situación? Bueno, quizá porque su amigo estaba en quién sabe dónde haciendo quién sabe qué y dejándolo a su suerte, sin siquiera darle la oportunidad de hablarle con el corazón. Porque NO estaba NUNCA.

Y sí pudiese hablarle en ese preciso instante…sinceramente lo insultaría de todas las formas posibles. El problema era uno, que cuando se calmaba levemente, volvía a pensar en cuánto lo amaba…y la bipolaridad…no te deja muy bien de la cabeza, así que Dan Heng ya no estaba tan cuerdo.

Fue en el día veintiuno que finalmente, volvió a ver al trazacaminos. Pero se rehusó a hablarle, pues tantas cosas saldrían de su boca con un simple “hola” de su parte, que no podría controlarse sin insultarlo y decirle que lo amaba.

Caelus parecía decepcionado todo el tiempo que Dan Heng le pasaba por al lado. Pero tampoco se atrevía a hablarle.

El problema de ambos era que ninguno se daba cuenta de que si nadie daba la iniciativa, todo se quedaría allí…en el olvido.

Pero ninguno quería eso, así que, por qué no, en momentos separados, ambos concurrieron a Siete de Marzo.

Caelus le preguntó en la mañana, antes de que el desayuno se sirviera. Siete de Marzo lo miró extrañada, pues hacía ya un tiempo que Caelus no hablaba ni con Dan Heng o ella.

-¿Qué sucede, Caelus? – preguntó con una sonrisa, que trató de no cambiar al ver el nerviosismo del trazacaminos.

- ¿Sabes qué le gusta a Dan Heng? – preguntó, jugando con sus manos. Siete de Marzo alzó una ceja.

- ¿Además de t-… - Siete de Marzo se tapó la boca de repente, asustando al trazacaminos. – tocar el…tambor?...ah…creo que le gusta…no sé que le gusta. – un silencio abrumador se desató entre ambos. - ¿Para qué quieres saber eso…? –

- Es que…creo que está enojado conmigo. –

- ¿Y no crees que se deba a que comenzaste a ignorarlo? – Caelus asintió, era consciente de que lo que había hecho no era algo bueno. Pero no podía evitarlo, le daba mucha vergüenza estar cerca de Dan Heng. Simplemente se sentía raro. – solo sé sincero con él. Incluso si le regalas algo, no creo que te perdone. – ella se alzó de hombros.

- ¿Eso debería reconfortarme…? – Siete de Marzo le sonrió y se fue hacia el su dormitorio, pero fue su sorpresa cuando dos manos taparon su boca y la atrajeron al cuarto de Dan Heng.

El mismísimo se encontraba en una situación digna de ser recordada como “La primera vez en que le rompieron el corazón inexistente a Dan Heng” más Siete de Marzo sabía que si le tomaba una foto, de ahí no salía viva.

-¿Caelus habla contigo? – dijo en un tono de voz acorde a su estado.

-¿…sí…? – Dan Heng bajó la cabeza y se fue para tirarse a su cama…o mejor dicho, a su colchón en el piso, que no lo ayudó cuando cayó, pues por el horrendo sonido que Siete de Marzo escuchó, ella pudo asegurar que se había roto unas cuantas narices.

“En la historia de amor de estos dos hay muchas narices rotas…” pensó la chica de cabello blanco y rosa, adoptando una posición de jarrón.

-oye…¿Qué hay con ustedes? – cuestionó confundida.
- Nada, ese es el problema, Marzo. No hay nada entre nosotros…- su voz sonaba melancólica, y sí Marzo no estuviese atenta como vecina chismosa, hubiese llegado a creer que había tomado algunos litros de alcohol.

-…vaya…ahaha…- Ella se acercó a la puerta, dispuesta a irse. - ¿Por qué no hablas con él…? Y de pasada te limpias la sangre de la nariz. Porque estoy segura de que está sangrando. – Dan Heng asintió ante su última afirmación, levantándose y mostrándole la sangre que caía por su nariz, hasta su barbilla.

Ambos salieron, con direcciones distintas. Dan Heng, que es quien nos interesa (lo siento, Marzo, no conozco un ship contigo, mi ciela), se dirigía a buscar papel con el cual limpiar su nariz, y supuso que en la mesa en la que siempre desayunaban, debían haber servilletas.

Acertadamente, cuando vio la mesa encontró papel de cocina que utilizó para limpiar la sangre y parar el sangrado. Y cuando se dio vuelta casi que se cae de nuevo.

-Dan Heng. ¿Podemos hablar? – el mencionado bajó la cabeza. Pensó en muchas cosas que decir, tales como “No me puedes dejar, estoy embarazado” o “¿Qué vamos a hacer con nuestros hijos?” e incluso “Seguro me metes los cuernos con Dr.Ratio, ¿Verdad?” pero decidió no hablar y asentir levemente, siguiendo al chico hasta su habitación.

1081 palabras.

«Volví, jaja. Qué cosas, ¿No? No quería dejar la historia muerta... perdón y F.»

Gracias por leer...Z.
NoTeZ.

Lo estamos "Intentando".  Caelus y Dan Heng (Ship)          Honkai: Star Rail.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora