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El viernes Lim Jaebeom sabe lo que sucederá, había adecuado todo su horario y concretado sus deberes con anticipación, sin embargo, hasta para alguien tan organizado como él, el devenir de los acontecimientos ajenos a su persona también puede interferir en sus intenciones.

Jaebeom había dedicado su vida a la ciencia, a pesar de su vigoroso carácter artístico, supo que desde muy joven quería dedicarse a lo que tanto había significado para su madre, la neurociencia cognitiva; aunque el veloz avance de la tecnología y los propios conocimientos sobre el ser, le habían permitido encauzar sus estudios a algo que realmente, a su consideración, podría ser de ayuda para las personas de forma directa, donde puede observar el desarrollo y los resultados inmediatos de sus actos, para esto puede utilizar su sensibilidad y creatividad, así como su interés en el complejo sentir y pensar del ser humano.

Además de haber estudiado neurociencia cognitiva, había continuado con sus estudios en el pregrado de psicología y posteriormente había completado su formación académica en el posgrado de psicología clínica, lo que le deriva en un currículum acertado para laborar en cualquier clínica terapéutica.

Jaebeom hace algunas semanas había cumplido los 28 años de edad y hace un mes tan solo 3 años de trabajar formalmente en KMDM, Lim había pasado del área de investigación científica avanzada para la comprensión del funcionamiento y la formación de los recuerdos a una sección propiamente aplicativa, específicamente en las terapias de trauma; en su labor lidia constantemente con personas diversas de personalidades plenamente desiguales, así como ayuda a los individuos que han sido víctimas de abuso físico, emocional o sexual o que han sido testigos de eventos traumáticos también puede verse inmerso en la mente de personas que no han atravesado por experiencias de este tipo, sin embargo, han presentado el principio de algún trastorno mental, en estos casos resulta particularmente difícil para Lim determinar cómo conducir el tratamiento sin mermar sus demás recuerdos.

Antes de que cada paciente decida someterse al tratamiento debe de otorgar expresamente su consentimiento, en caso de que no sea posible, entonces deberá hacerlo su familiar más cercano que cuente con la mayoría de edad, todo aquello mediante un contrato con una extensión de 42 páginas, aunado a un acuerdo de confidencialidad, donde a grandes rasgos el paciente acepta la manipulación, erradicación parcial o eliminación total de recuerdos catalogados como materia potencial causal del trauma o trastorno mental en cuestión, para Jaebeom siempre habían existido riesgos, en cada sesión, por eso le resulta importante el monitoreo constante del procedimiento así como de los signos vitales del paciente.

A Lim le parece un trabajo noble y maravilloso donde puede ayudar a las personas sencillamente eliminando todas las asperezas en sus memorias, un mundo donde puedes fácilmente deshacerte de aquellos recuerdos que te han dañado, que te han trastornado a tal punto de desencadenar estrés postraumático o cualquier otro desorden mental. Aunque no todo puede ser tan bueno, dichas terapias son costosas, no cualquier puede darse el lujo de someterse a un tratamiento así, sin embargo, tratándose de casos graves o de importancia nacional, los tratamientos podían ser incluidos en el seguro médico de cualquier ciudadano coreano.

Ese día al finalizar su última terapia pretende dirigirse a su hogar, pero como dirigente del departamento de traumas, su superior le había encomendado que fuera a IOSD para plasmar su firma en la documentación requerida para la donación destinada a la investigación clínica y el acceso a recursos y conocimientos especializados.

La distancia de un lugar a otro no excede los 4 kilómetros, sin embargo, el concurrido tránsito le hace demorar más de lo que había pensado, aquello simplemente lo hace sentir nervioso, fuera de sí, cuando la luz rojiza destella sobre los múltiples autos, muerde nuevamente la piel muerta más cerca a sus cutículas, un hábito del que no había podido deshacerse desde la preparatoria, relame sus labios cuando pisa el acelerador con una suavidad inherente, cuando llega al estacionamiento de IOSD, debido a la hora se convence de que no hay alguna probabilidad de hallar al tailandés.

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