Paternidad Requerida 2

Capítulo uno: Normalidad

Capítulo uno: Normalidad

Habían pasado tan solo unas dos semanas para que todos se pudieran acoplar a la normalidad, y eso se refería a que Alastor dejara de torturar a los individuos presentes del hotel por tal incidente del pasado.

Charlie estaba muy feliz porque tres individuos se unieron al proyecto del hotel, pero nuevamente fueron espías de Vox y Valentino, así que la hija del rey entró en gran tristeza, pues actualmente hay muchas burlas del hotel Hazbin presentándose en varias fuentes de comunicación.

Todos esperaban que incluso Alastor hiciera algo al respecto, pero este demonio de la radio estaba más interesado en hacerle compañía al rey. Primero utilizó la excusa que el rey necesitaba de su asistencia ya que se encontraba aún débil por las lanzas angelicales que recibió de Lute, sin embargo el rey tuvo curación casi inmediata y Alastor solo estaba ahí por gusto, aunque se las ingeniaba para decir y mostrar que solo quería molestar por diversión.

Ahora se encontraban en invierno, el infierno al igual que la tierra humana tenía de sus estaciones, así que el infierno tenía una combinación entre rojiza y blanca, pues nevaba y tanto el suelo como los techos tenían nieve acumulada. Esto no tendría que ser así, supuestamente el infierno era un castigo divino para Lucifer y tendría que ser un espantoso lugar, pero como Lucifer era el ángel más creativo y además rebelde, pudo hacerle ciertas modificaciones a su supuesto nuevo hogar, una de esas, el cambio de estaciones.

Era de noche cuando Charlie y sus amigos, por no decirles huéspedes y trabajadores estaban todos reunidos en la sala principal del hotel tomándose un chocolate caliente hecho por Lucifer.

Que frio hace- dijo Angel

Para eso existe la ropa invernal, más específico para ti, la ropa- dijo Husk al mirar a Ángel que no importaba si hacía frío o no estaba casi siempre expuesto.

A diferencia de los demás que tenían sus respectivos abrigos y botas, Angel era el único desquiciado para andar a pecho abierto.

¿Acaso no soy más lindo así? -preguntó Ángel acercándose con Husk

Tsk, quítate de encima -dijo Husk empujando un poco a la araña, aunque tiró un poco de chocolate en el suelo

¡Nooo! ¡Una mancha! -dijo Niffty poniéndose a trabajar

Oigan, cuidado tontos -dijo Lucifer al ver que estaba tirando la bebida

Lo sentimos -dijeron al unismo Angel y Husk

¿Qué vamos a hacer? Nadie quiere registrarse al hotel -dijo Charlie triste

Vaggie se acerca y la abraza

Vamos cariño, solo tenemos que esperar -dijo Vaggie tratando de animar a su novia

¿Esperar? Todos nos ven como una broma -dijo Charlie

Pues, después de la transmisión de Vox nadie quiere unirse a nosotros y Cherri dice que este lugar es muy aburrido para ella -dijo Angel

No estás ayudando -dijo Vaggie

Pero es la verdad, este lugar es aburrido, necesita más... glamour -dijo Angel

Ni se te ocurra, este no será un lugar para perversiones -dijo Vaggie

Como siempre, Vaggie y Angel empiezan a pelear, provocando que Charlie se levantara y dijera que necesitaba descansar. Lucifer mira a todos con molestia y todos se quedan muy quietos y callados ante la mirada.

Charlie un poco desanimada camina hacia su cuarto.

Hija -dijo Lucifer alcanzando antes de que entrara a su cuarto

Lo siento papá, pero ahora estoy cansada -dijo Charlie un poco cortante, pues no tenía ganas de hablar.

Razzle se une a Charlie pero ella le impide la entrada, ni siquiera él podía entrar. Así que a Razzle no le quedaba de otra que poner una mirada triste y dirigirse a los brazos del rey.

Tranquilo Razzle -dijo Lucifer abrazando y acariciando a Razzle.

Lucifer llega a su cuarto con Razzle mucho más feliz pues estaba siendo muy mimado por el rey. Lucifer se quita su sacó y gorro para dejarlo en su escritorio, se acerca a su cama aun con Razzle en brazos, pero antes de sentarse escucho una voz.

No deberías mimar tanto esa cosa -dijo Alastor observando fijamente una estantería del rey del infierno, estaba llena de libros, plantas y obviamente, patitos.

Ahhh -se quejó Lucifer al ver al demonio rojo

Ah si, hola -dijo Alastor aun viendo la estantería, como si estuviera buscando algo

Se puede saber por qué estás aquí -dijo Lucifer dejando a Razzle en la cama y mirando al demonio de la radio con una ceja levantada -¿Qué rayos estás buscando? -preguntó Lucifer

Algo en particular -dijo Alastor

¿Pero qué? ¿Crees que puedes venir a mi cuarto a estas horas de la noche y... -trataba de preguntar Lucifer pero fue interrumpido

¿Charlie está desanimada? -preguntó Alastor mirando al rey sonriendo

¿Ah? Si... si lo está... esos idiotas de amigos no ayudan mucho -dijo Lucifer quitándose las botas

Si, esos perdedores no sirven de nada -dijo Alastor retirándose

Lucifer lo sigue con la mirada

¿No encontraste lo que querías? -preguntó el rey

Al parecer aun no está en su lugar -dijo Alastor

¿Ah? -preguntó Lucifer

Hasta mañana su majestad -Alastor se marcha con una pequeña risa que podría interpretarse divertida o maliciosa

Mmm... buenas noches -dijo Lucifer

Después de los eventos que sucedieron, tanto Lucifer como Alastor empezaron a llevarse un poco mejor, refiriéndose a que ya no existía esa rivalidad despreciable y aunque ya podían verse juntos de vez en cuando, el rey no esperaba encontrarlo en su cuarto, solo porque se le dio la gana al otro.