𝙏𝙀𝘼𝙍𝙎 𝙁𝘼𝙇𝙇𝙄𝙉𝙂 - 𝙃𝙔𝙐𝙉𝙎𝘼𝙀𝙉𝙂

5 🌌 UN DESEO

—¿Te estás confesando? —preguntó Hyun mientras se cubría las mejillas.

—No lo tomes como una confesión, o bueno, tal vez. —respondió —¿Sabes?, Mi amiga me llama loco. Dice que no pude haberme enamorado de ti en unos días.

—¿E-enam-morado?

—Si, Hyun Joong. Desde que te vi, supe que teníamos una conexión.

—S-saeng..

—No me importa si solo lo hiciste por diversión o por experimento. Me enamoré de ti y me gustas, Hyun Joong.

—Y-yo…

—Tranquilo. No importa si no me correspondes.

—No me dejas hablar, yo también quiero decirte algo.

(Flashback)

El ascensor para regresar al hospital estaba lleno de mucha gente. Saeng trató de cubrir a Hyun Joong para no ser aplastado, pero su cuerpo que era ligeramente más pequeño fue empujado.

Hyun Joong era más alto, por lo que él protegió a Saeng.

Ahora estaba preso por Hyun Joong, teniendo como vista la garganta y pecho de Hyun.

—Creo que me toca a mí —susurró Hyun.

—Lo siento…

—No te preocupes. Creo que ya me cuidaste lo suficiente así que es mi turno.

—Pero pueden hacerte daño por mi culpa.

—Con mi cuerpo alto, nadie puede hacerme nada. Además, agacha la cabeza porque podrían descubrirte y pensaran que estamos haciendo cosas a escondidas.

—¿No lo estamos haciendo?

—Si, pero yo hablo de otras cosas. La gente es demasiado habladora, no podría imaginar que mañana te digan tus colegas que si tienes algo conmigo. Un doctor, no puede enamorarse de su paciente aunque sea guapo y sexy como yo.

—¡Hyun!

—¿Qué?, Las enfermeras me han coqueteado. Es normal que te guste a ti.

—Ni me gustas —dijo por último e hizo un puchero.

Ese puchero fue eliminado por un rápido beso de HyunJoong.

(Fin del flashback)

—Yo también quiero decirte cómo me siento. En un principio creí que estaba confundiendo las cosas porque me ayudabas y eras lindo conmigo. Me traías emparedados, jugos y felicidad que hace mucho no tenía.

—¿Eso quiere decir?...

—Si. Tu también me gustas, y ahora tengo la esperanza de vuelta.

Saeng se acercó a Hyun y recargó la cabeza sobre su hombro.

—Entonces, ¿Ahora quieres vivir? —preguntó Young Saeng, tomando la mano de Hyun Joong.

—Si, era un secreto. Te cruzaste en mi camino y ahora por tu culpa tengo falsas esperanzas de vivir.

—¿Por qué falsas?, Todo podría cambiar.

—Tú más que nadie lo sabe, ya viste mi expediente. Me dieron un par de semanas.

—¿Y si el donante apareciera en estos días?

—Eso es imposible, si no se encontró durante mucho tiempo… Mucho menos de la noche a la mañana.

—Hyun, no digas eso.

—Es la verdad Saengie. Estoy feliz por haberte conocido, cuando muera quiero que me recuerdes siempre, ¿Está bien?

Los ojos de Young Saeng comenzaron a empaparse de lágrimas.

—No vas a morir —respondió resistiendo su llanto.

—No llores, aunque eso pase todo estará bien. No me gusta ver qué tus lágrimas caigan —limpió las mejillas de Saeng —No nos conocemos mucho, tampoco estuvimos juntos mucho tiempo… Pero quiero que sepas una cosa. Yo te amo.

Eso provocó que Saeng lograra soltarse en llanto. Hyun Joong lo abrazó fuertemente mientras acariciaba su cabello.

—Gracias —musitó Hyun —Pasé mis últimos días muy feliz a tu lado. Creo que jamás me había divertido tanto. Te prometo que pase lo que pase estaré a tu lado, no importa en qué lugar me encuentre…. Buscaré la manera de volver a ti.

—No te vayas Hyun Joong. Quédate conmigo —respondió Saeng, llorando con más intensidad y sosteniéndose fuerte del cuerpo ajeno.

Hyun, también soltó un par de lágrimas.

—Yo quisiera hacerlo, pero no puedo vivir más —respondió —No sé si habrá un mañana. Mis horas están contadas.

—No sigas Hyun Joong.. —susurró.

—Creo que por eso me agradas. Tienes un corazón extremadamente noble, eso me gusta de ti Young Saeng.

—¿Mi corazón?

—Tu esencia y tu pureza me hacen sentir cálido. Cuándo rodeas mi cuerpo no quiero que dejes de hacerlo nunca, odio a la vida. ¿Por qué tuve que conocerte y enamorarme de ti si igualmente moriré?

—¡Hyun Joong! —exclamó aún llorando.

—Tranquilo. Estemos un momento más así.

—Por favor cierra los ojos y pide tu deseo mientras las estrellas caen —dijo Saeng limpiando sus lágrimas.

«Quiero vivir. Quiero estar con el ángel que vi muchas veces, deseo vivir a su lado» mientras aún tenía los ojos cerrados, lágrimas caían lentamente.

—¿Qué pediste? —preguntó Saeng.

—Que aparezca el donante.

—¿Eso pediste?

—Si. Ahora, no lloremos y confiemos en esa estrella.

—Asi es, no llores más, ni te preocupes —contestó sonriendo —tu deseo se hará realidad. Las estrellas siempre cumplen cualquier deseo que sea sincero y bueno.

—Terminemos de ver la lluvia de estrellas y luego regresemos Saengie.

—¿S-saengie?, ¿Escuché bien?

—Por supuesto. Mi pequeño y dulce angel.

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