Capitulo 4

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Maia

Al viernes en la mañana ya me esperaba su mensaje de buenos días, y resultaba extraño la facilidad con que hablábamos, las palabras simplemente salían. Aunque hasta el día de hoy solo habíamos hablado por medio de la red, aun no me sentía del todo confiada para poder darle mi número de celular. De tenerlo ya tendría libertad para escribirme o llamarme cuando él quisiera y siendo sincera, no estaba del todo preparada para estar pendiente del celular, si le contestaba cada mil horas, ahora por otro medio me sentiría obligada.

Me tomó totalmente desprevenida cuando se ofreció a vernos en el café, por lo que me tome mi tiempo para contestarle. Era mi cafetería favorita desde que me mude a aquella enorme ciudad, algo así como mi espacio de paz, y que alguien más interrumpiera en ella sería suficiente para tener que buscarme otra.

Tome la decisión de aceptar, el chico me tenía intrigada. No entendía bien por qué me sentía ligeramente atraída hacia alguien que definitivamente no era mi tipo. Tenía que conocerlo más a fondo, era muy precipitado tomar una decisión con apenas una semana de hablar a diario.

Le confirmé que hoy salía tarde, porque debido a que estuve escribiéndole la mayor parte de la mañana por no decir toda estaba bastante atrasada con los textos que me dejaron hoy, y no quería tenerlos pendientes al lunes.

A las cinco en punto mi celular vibro con una notificación de él, era una foto,un selfi donde me confirmaba que ya estaba dentro de la cafetería. Al mirar la foto nuevamente confirme que el chico estaba bien. Sacudí la cabeza para eliminar la idea, y fue en ese momento que caí en cuenta que estaba a punto de salir con un perfecto desconocido ­ ¿En que estaba pensando? No, definitivamente, no podía asistir a ese encuentro. Opte por la excusa más barata, puesto que ya no tenía tiempo de inventar una mejor.

''Lamento avistarte tan tarde, pero me he tenido que quedar a terminar un trabajo urgente"

Apenas lo envié me sentí culpable. Pero ya estaba hecho, ahora solo debía buscar en que invertir el tiempo, porque desgraciadamente debía pasar frente a la cafetería para llegar a mi departamento. Tomé mi bolso y me fui directo a la librería que estaba a una distancia considerable de la cafetería. Pasaría ahí el tiempo, hasta considerar devolverme al departamento.

Habían pasado alrededor de quince minutos y ya llevaba tres libros conmigo, me tomé más tiempo del necesario porque me entretuve con la sección de novedades, cuando sentí su presencia detrás de mi y su voz me lo confirmo.

-Sabes, es una casualidad que frecuentemos los mismos lugares.

Maldije para mis adentros por no haberme quedado en la oficina como se lo dije. Con la cara roja me voltee a mirarlo trate de sonreir, pero era tanto la vergüenza que tenia que estoy segura de que la mueca que salió fue de lo más cómica.

- Si no querías que nos viéramos solo tenías que decirlo. - Comento distraído, mirando la estantería buscando por algún libro.

-No es eso, es solo que...

- ¿No te agrado lo suficiente? Debí suponerlo, me comporte como un intenso-suspire.

-Vamos un poco rápido.

-Está bien, iré más lento. Pero la próxima solo dímelo.

-Está bien. ¿Pensabas comprar alguno?

-Pues si, pero definitivamente esta no es mi sesión. Solo vine porque te vi.

-Claro. ¿Y cual es tu sesión?

-La de miedo por supuesto y la de suspenso. Los clásicos son aburridos. -Por acto reflejo le pegue en el brazo con los libros que andaba.

– Oye, no es necesario que te desquites con ellos. –soltó una risa y se me quedo mirando a los ojos. Incómodamente aparte la vista de el y la dirigí a mis libros.

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⏰ Última actualización: Mar 08 ⏰

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