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—¡Son las nueve de la mañana en Montevideo ! El sol está cálido y creo escuchar la risa de algunos niños — sono la radio mientras Enzo se detenía al lado de un auto
Tal y como el locutor decía, el sol estaba cálido , había un brisa suave y todo se sentía familiar y placentero. Los niños estaban jugando un partido de fútbol en la calle, y gritaban y reían mientras corrían, tratando de juntarse con el balón. El aire olía a café y el sonido de las máquinas cortando la hierba en un césped cercano. Enzo podía sentir el calor del verano, pero no estaba molesto. Sabía que aquel día había algo especial en el aire, como si algo fuera a pasar
Volvió a subir a la bicicleta comenzando a pedalear con tranquilidad disfrutando cada sensación
—¡Buenos días Enzo !— este miro a la señora del café que lo saludaba habitualmente
—¿Que tal? Buen día — sonrió mientras se bajaba en la puerta del edificio —¿Que dicen las cartas para mí hoy?
La mujer saco dos cartas murmurando pensativa —Algo va a pasar hoy , algo que cambie tu vida — lo señaló emocionada —No sé qué, pero es algo bueno—agregó la mujer, y sonrió al mostrarle una carta que mostraba un corazón. —Disfruta cada momento, y sé consciente de lo que tienes a tu alrededor. Algo maravilloso está a punto de suceder— dijo la mujer, con un tono misterioso.
— No puedo esperar a ver qué— respondió Enzo mientras abría la puerta y colocaba su otra mano en su pecho .
La mujer se sonrió —Sé que te hará bien, lo puedo sentir
Él dio una palmada en la puerta —Gracias , eso espero — con una sonrisa, y empezó a subir las escaleras.
Entro con rapidez al teatro mientras trotaba por los asientos rojos con agilidad
—Siempre tan puntual — sonrió el hombre , Enzo se encogió de hombros mientras se trepaba al escenario para pasar a los camarines
—¡Es tiempo de vida lo que le quitamos a la otra persona !— señaló el reloj mientras entraba a los camerinos
A Enzo, la idea de vivir otro personaje, de ser otra persona, le cautivaba. Se sentía libre y poderoso. En el teatro, podía dejar a un lado su ser, y convertirse en alguien distinto, en una nueva persona. El señor director estaba listo para empezar a ensayar con el resto del elenco. El estaba más impaciente que nunca. Las luces se apagaron.
—Tienen diez minutos
En el escenario, todo estaba preparado para que la mágica transformación sucediera. Enzo se sintió dominado por el papel, tomó la postura y se transformó en otra persona. ¡Y así empezó uno de los últimos ensayos! Esa noche, el aplauso final entre todos los actores fue una lluvia de sonidos cálidos y bienvenidos, como el abrazo de un viejo amigo. Enzo se sentía aliviado y feliz
