Te Esperaré En el Cielo

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Estuvimos esperando a que tocará mi turno de ingresar, tenía mucho miedo y estaba muy nerviosa, jamás en mi vida me había enfermado así.
Natalia!! gritaron desde el fondo
Enseguida fuimos al consultorio médico, abrí la puerta y sorpresa fue  la que me lleve al ver que no había nadie adentro , de seguro cuando íbamos caminando, el doctor habriá salido de emergencia, nos esperamos adentro hasta que por fin llegó.
~Hola, disculpen la demora, tuve que salir por una emergencia pero aquí estoy
~Soy el Doctor Jhes
Mucho gusto me llamo Natalia
~Y cuéntame cual es el motivo de tu vista
Llevo muchos días enferma, me siento muy cansada, el estómago me duele bastante, y he comenzado a sangrar de la nada.
~Debemos hacerte un estudio, me preocupa tu salud, ojalá y no sea lo que tengo en mente,
Que doctor?
~mm nada, prefiero no decirlo hasta estar completamente seguro.
Mientras puedes ocupar una de las camas que están en las habitaciones para que puedas pasar la noche y mañana poder continuar con los estudios
En qué habitación puedo quedarme doctor?
~La 7 está vacía, puedes entrar, y mientras te vas a tomar este medicamento que ayudará a calmarte un poco
Muchas gracias nos vemos mañana doc.
Al caminar por esos pasillos del hospital mi madre y yo nos quedamos bastante preocupadas por lo que pudiera tener, pero ella me decía que todo iba salir bien, fuese lo que fuese.

Estábamos por llegar a la habitación 7 que me habían asignado, pero desde lejos empezaba a ver qué era la misma habitación dónde Martin había muerto, y de nuevo el triste recuerdo vino a mi mente, era como si de nuevo hubieran abierto la herida que estaba aprendiendo a sanar, no sé si fue coincidencia o no pero sentía como si alguien estuviera a mi lado abrazándome, sentí como un fuerte frío invadió mi cuerpo sabia  que era el. Sin embargo no lo podía ver, solo podía sentir esa presencia que me daba paz y tranquilidad.

Mamá tengo un poco de sueño me voy a dormir, tu también descansa y no estés preocupada por mi yo estaré bien. Te prometo que cuando amanezca será otro día y los exámenes saldrán perfectos, y despidiendome  de ella le di un beso en su cachete.