CAPITULO 30

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Unas horas antes

Lisa miro a la enfermera, quien le estaba administrando medicamentos, esta en su mente empezó a calcular o pensar todo lo que tenía que hacer.

- Dentro de unos momentos te traerán la comida. - anunció la enfermera dejando la jeringa en la mesa, Lisa la observo y agarro con cuidado la manta. Pensó bien lo que habia planeado y cerro los ojos, solo aprecio una imagen de la rubia y un recuerdo que jamás olvidaría. Jennie bailando en la fuente con un niño pequeño, disfrutando, y también siendo una niña pequeña.

Abrió los ojos, se decidió, y en un despiste de la enfermera su mano alcanzó la jeringa. Atrapo de la camisa a la chica y puso el filo de esta en su cuello.

- Necesito que me digas donde tienen a Jennie. Se clara y precisa, quiero saber cuántos hombre hay y cual es la forma más fácil de llegar junto a Jennie. - hablo Lisa, mirándola a los ojos. La enfermera la miro con temor.

- Los hombres de Kai solo están fuera del lugar, pero hay cámaras. Pienso que la sirena está en la sala grande, seguro haciendo experimentos con ella. Puede que si vayas ya no la encuentres viva. -

Lisa arrugo la frente y preciono más la aguja de la jeringa en el cuello de la chica.

- ¿Experimentos para qué?- pregunto.

- No... no lo sé. - Lisa se enojó. - Por Dios, yo solo trabajo porque me pidieron cuidarte. -

Lisa la soltó y sin pensarlo dos veces se quitó la sondas intravenosa y cualquier aparato que estuviera conectado. Bajo de la cama y sintió un leve mareo, pero aun asi siguió caminando hasta llegar a la puerta, sintiendo el frío que entraba por la parte de atrás que tenía descubierto.

- ¿Por... por qué lo haces? Estás débil, puedes desmayarte por el pasillo y no llegar. Eres joven para correr el riesgo que te maten. ¿Por qué vas por ella? -pregunto la enfermera, y Lisa se giró suspirando para recuperarse de mareo.

- Porque la amo, porque es el amor que he estado esperando hace tiempo, y porque Jennie debe estar a mi lado. - Sin más abrió la puerta y avanzó hacia el pasillo, enseñando su trasero por la bata.

Aunque el pasillo no es tan largo, para ella lo era, con cada paso caía.

Al parecer algunos de los medicamentos la dejaban inconsciente, o quizás peor, la mataban poco a poco. Lisa intentó avanzar rápido, pero los pasillos parecían estar dando vueltas, se agarraba con fuerza a las paredes para que su cuerpo se mantuviera en pie.

- Vamos. - se pego una cachetada.  -Vamos, Lisa,  recupera la conciencia. Hazlo por Jennie. - se reclamaba ella misma. A pocos pasos dos hombres venían hablando temas triviales, hasta que vieron a Lisa. Uno de ellos se quedó mirándola, confundido, y el otro le gritó para que no se moviera.

- Carajo. - se reclamó por creerle a la enfermera. - Tranquilos, solo quería estirarme. Ya voy para mi habitación. - Lisa empezó a caminar por donde ellos venian y uno de estos la tomó del brazo.

- Tu habitación esta del lado contrario. - pronunció entre dientes uno de ellos. Mientras el otro, saliendo de su confusión, llamaba por ayuda.

- No recomiendo que hagan algo, estudié kickboxing en mi infancia. - Mentira; pero si había visto muchos videos.

- ¿El kickboxing se estudia? - Preguntó el que anteriormente estaba confundido. Lisa sonrió por lo idiota que era el chico y antes que pudiera escapar, uno de ellos se lanzó hacia ella con un puñetazo rápido. Lisa esquivó el golpe y contraatacó con una patada en el estómago.

¿Como? No pregunten; pero quería vomitar.

El segundo hombre aprovechó la distracción y se abalanzó sobre Lisa desde la espalda. Ella rápidamente se dio la vuelta y lo golpeó con el codo en la cara, haciendo que retrocediera. La pelea se intensificó, los golpes y los gritos llenaron el pasillo.

SIREN | JenLisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora