Fiesta

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Las luces de la discoteca cambiaban cada segundo de color, dando una sensación epiléptica que iba afectando a las chicas, quienes no podían estar más eufóricas de estar bailando esa noche en esa gran sala.

Chiara charlaba en la barra del local con Ruslana, sin muchas ganas de bailar, pero con la expectación temprana que le sacude a uno cuando sabe que la noche va a ser movida. Y es que salir de fiesta con las trabajadoras de Burlesque siempre desencadenaba grandes acontecimientos.

Ambas se miraban una a la otra, viéndose más coloridas que nunca mientras una sombra a lo lejos las observaba con cierto recelo. Recientemente, Chiara tenía la sensación de que nunca dejaba de ser observada, así que esa noche estaba ligeramente insegura.

Pov Chiara

Las luces de la discoteca me cegaban, siendo incapaz de poder ver bien a Ruslana, quien me intentaba hablar de algo que tampoco podía escuchar. Entrecerré los ojos y me acerqué a ella para poder escucharla mejor y fue de esta manera que pude ver desde la lejanía, detrás de ella, a alguien alto y extraño. El corazón me empezó a latir, ya que me imaginé quién podía ser, pero cuando intenté revelar la identidad de esa sombra, esta ya había desaparecido.

Intenté evadirme de los pensamientos intrusivos que me invadían centrándome en Ruslana, quien esa noche se mostraba más hiperactiva que nunca. Contrasté su animada emoción con la mía y me di cuenta de lo extraña que me sentía.

- Creo Chiara, que necesitas un cubata. ¡Y ya! - Me dijo Ruslana entre gritos y prácticamente ya saltando al ritmo de la música. Pareció notar él desanime en mí porqué me levantó del taburete y me cogió de las manos para hacer que me moviera con ella.

Admiré la belleza de Ruslana mientras las dos bailábamos al ritmo de la música, ya que esa noche iba especialmente guapa. Llevaba un vestido negro ligeramente suelto por la parte de la falda que se complementaba con la tela del vestido, bordado de encaje.

-Rusli... ¿Qué coño has tomado? - Le dije riéndome prácticamente a carcajadas debido a sus ganas de fiesta.

- ¡Todavía nada! ¡Venga vamos a bailar! - Dijo Ruslana mientras se iba corriendo tras Denna, una de las mejores bailarinas del local. Por ciertos motivos no precisados, Denna y yo no acabábamos de congeniar. Probablemente, esto era porque la competencia entre las dos siempre había sido potente, ya que el puesto para la mejor bailarina de Burlesque bailaba entre nosotras.

Las vi desaparecer en la multitud mirándola con ternura mientras de reojo veía una sombra que se sentaba a mi lado. Me giré y vi a Violeta, mirándome con la sonrisa misteriosa de siempre. Me sorprendí por su repentina aparición y pegué un respingo, provocando una carcajada en ella.

Esa noche lucía especialmente guapa, con un vestido negro apretado que le llegaba hasta la media rodilla, unas joyas doradas con las que el negro se complementaba muy bien y un escote del que intentaba apartar la vista. Y su cara... Parecía atemporal, ya que estaba recubierta de un maquillaje que le perfilaba el rostro a la perfección. Lo que más me llamó la atención de este fue su pintalabios rojo, que hacía que no pudiera apartar la vista de sus labios.

Igualmente, eso no me desarmo, me mantuve firme delante de ella intentando no mostrar la inseguridad que todavía me envolvía debida a la situación casi-beso de antes.

- Kiki! Todavía no te había visto esta noche. ¡Qué guapa estas!- Dijo con un tono de voz dulce que provocó que toda inseguridad se fuera de mi cuerpo.

Me invadió la duda de si ella realmente me consideraba una amiga que tan solo le había servido de enchufe para entrar a Burlesque, ya que no tenía la sensación de que le hubiera afectado el momento donde casi nos habíamos besado.

Burlesque KIVI (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora