Capítulo 29

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Pov Elizabeth:

Han pasado seis meses desde que dejé mi vida en Ciudad Nacional para venir a vivir con Lex y Carol.

O eso creo.

Para ser honesta, no tengo noción del tiempo, traté los primeros meses de llevar un conteo pero Lex técnicamente me mataba de hambre y mi cerebro funcionaba con lentitud.

¿Elizabeth, me estás escuchando? —dirigí mi vista a la mujer frente a mi.

Perdón, ¿me decías algo? —cuestioné confundida y ella solo me regaló una dulce sonrisa.

Sé que estás muy débil... —se puso de pie y se colocó frente a mi, de modo que la cámara de seguridad al fondo de la habitación no me pudiera visualizar—No pude obtener más hoy, me han vigilado mientras comía.

De su camiseta sacó un trozo de pizza aplastado y lo extendió en mi dirección.

Mis ojos se abrieron con rapidez y en cuestión de segundos ya había introducido la pequeña rebanada de grasienta pizza en mi boca.

Rao...

Te juro que podría besarte los pies ahora mismo —susurré y la mujer soltó una ligera risita.

Ojalá pudiera conseguirte más —susurró y negué.

Ya te arriesgas mucho dándome de tu comida, muchas gracias Carol —sonreí mientras la miraba.

Ojalá Lex te dejara comer conmigo —hizo una mueca.

Ojalá Lex me dejara comer.

¿Si, verdad? Aunque probablemente me comería toda tu comida —bromeé y ella sonrió.

Te dejaría comer todo lo que quisieras —respondió mientras tomaba asiento junto a mi en la pequeña cama.

La razón por la que Lex me mataba de hambre era porque le daba miedo que un día, al salir a entrenar con Carol, yo saliera volando.

Estos meses han sido los más agotadores de toda mi vida, ni siquiera cuando iba a la universidad y comía una vez al día me sentía tan mal físicamente.

Sobra decir que ni siquiera el sol tenía poder suficiente para hacerme volar. Era como un vampiro sobreviviendo con una gota de sangre al día para simplemente no secarme.

Lo siento Damon Salvatore por haberte juzgado cuando estabas con los Agustine.

Extraño demasiado las noches de Big Belly Burguer.

Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

¿Elizabeth? ¿Entonces... recuerdas lo me habías diji... dijiste ayer? —la mujer habló y reí.

La forma correcta de decirlo es "Lo que me dijiste ayer" o en todo caso, "Lo que me habías dicho ayer". Y si, lo recuerdo —ella sonrió.

Es muy difícil el español —sonreí—Es el más difícil de todos.

Solo necesitas practicar más —ella asintió.

¿Me puedes contar? Por favor —pidió y asentí.

Hace unos días había tenido un pequeño altercado con Carol. Ella en realidad era muy dulce, pero al estar toda su vida en este lugar, no sabía mucho sobre las relaciones humanas. La única relación que conocía era la que tenía con Lex y el chef del recinto que le daba de comer.

La Otra Luthor 2 || ElizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora