Guia de notaciones: Todo lo escrito de esta forma (ósea, en "Italic") es algo que no dice el/la protagonista, mas bien es algo que yo el escritor puse para dar un poco de contexto, sin ser tan ambiguo pero, a su vez, sin dar mucho detalle. Y si encuentran fallos dentro de la escritura o incongruencias, estoy haciendo un retell a mi manera de la historia de DS2, yo no hice la historia, lo hizo FromSoftware y los internos que trabajaron para este juego.
OST: DS2 SOTFS - Departure (Title)
Rodeado de lluvia, rayos y árboles, me encuentro en este bosque oscuro y tétrico. Me desplomo en el suelo, sin saber cuánto tiempo he caminado. La luna se eleva sobre mí, parcialmente oculta entre las nubes negras del cielo. No recuerdo bien mi nombre. No recuerdo mi cara. No recuerdo nada. Ni siquiera el motivo por el que estoy aquí. Mi cuerpo se siente débil, no tengo fuerzas para levantarme. Hasta que algo, un recuerdo frágil y pequeño, me golpea la mente.
Mi esposa, mi hijo... Sus rostros se me escapan, desde que me fui.
Siento un dolor en mi espalda, como si algo me estuviera aplastando... Es la maldición, la temible "Maldición de los No Muertos". Ya había oído hablar de esto antes de salir de mi hogar.
Hace muchos años, quizá milenios, el mundo estuvo gobernado por dragones. Tenían varios nombres: "Archídragones", "Dragones Eternos"... Pero de repente, surgió el fuego. El fuego fue tomado por tres entidades que parecían dioses. Sus nombres se olvidaron con el paso de las eras, pero lo que se sabe es que entre los tres vencieron a los dragones y el mundo floreció en una era: la Edad de Fuego.
Los dioses querían que la Edad de Fuego durara mucho, mucho tiempo. Querían evitar algo que conocemos como la Edad de la Oscuridad o la Edad Oscura. Esto está relacionado con quien fuera el primer humano, quien nos creó a nosotros, un ser que no fue tomado en cuenta en la derrota de los dragones: "El Furtivo Pigmeo". Poco se conoce de este ser, pero se sabe que es el creador de todos los humanos. El rey, el primero que enlazó la llama, nos sometió a una maldición: "La Señal Oscura".
Esta señal está impregnada en nuestra espalda, pero nosotros no podemos verla... No hasta que morimos. Cuando los afectados por esta maldición morimos, nos convertimos en cuerpos "Huecos". Nuestra humanidad se pierde cada vez que perdemos la vida... Y cuando perdemos la conciencia, nos convertimos en... Algo peor que un ser hueco, que solo busca almas para poder sentir algo más que solo dolor... Un momento...
Ahora comprendo. Soy un cascarón vacío, estoy hueco, mi cuerpo es el cuerpo sin vida de quien fui antes de morir... Pero no puedo cruzar al otro lado, no puedo ir al lugar que siempre nos prometieron, estoy maldito, condenado a morir una y otra vez hasta que pierda mi conciencia y me convierta en un ser sin pensamientos. Por eso me fui, no quería morir de nuevo y hacerle algo terrible a mi esposa y a mi pequeño hijo. Sí, eso es. Estoy buscando... Estoy buscando la manera de librarme de esta maldición y recuperar mi humanidad.
Mis recuerdos son borrosos, débiles, pero los siento... Recuerdo a una anciana, una vieja decrépita que tejía en un telar dentro de una cabaña macabra. Oí cosas sobre ella y por eso fui a verla. Ella mencionó un lugar, un reino, Drangleic. Decía cosas sin sentido... "Algún día estarás frente a las ruinosas puertas de ese reino, sin saber por qué, ja ja ja." ...No entendía nada de lo que decía esa anciana. Me alejé de su cabaña polvorienta y antigua, hacia la nada... Y llegué hasta aquí.
Tratando de recuperar mi fuerza perdida, me levanto del suelo, mi cuerpo se siente débil, la envoltura de mi cuerpo se debilita lentamente. "¿Voy a morir otra vez?" pensé. Seguí caminando sin rumbo hacia donde me llevara el camino. Llegué a un lago después de caminar lo que parecían horas, quizá días... ¿O semanas? No lo sé...
En el lago vi algo que me llamó la atención. Eran unas ruinas, con varios pilares que se sostenían sobre un pequeño islote en el centro del agua. Pero eso no era todo, entre los pilares había una entrada que conducía a un árbol. Unas luciérnagas revoloteaban y se posaban alrededor de él y... Por alguna razón, me sentí atraído por la luz cálida y tenue que emitían. Más adelante había un muelle, pero no vi a nadie que cuidara las canoas, así que sin pensarlo dos veces, cogí una y me dirigí hacia el árbol.
Cuando llegué lo bastante cerca, cogí la linterna que colgaba de la canoa, me bajé y me acerqué al árbol. En el suelo de las ruinas había muchas cosas, sobre todo esqueletos. Había restos de huesos humanos esparcidos por todas partes, pero los ignoré y seguí caminando despacio hacia el árbol, que estaba seco y sin hojas... La luna y el farol eran lo único que me iluminaba... Al fondo había una puerta enorme, pero era tan grande que sabía que yo no podría abrirla ni aunque tuviera la fuerza de los dioses.
Alcé la mano y las luciérnagas se acercaron a mí, algunas se posaron sobre mi brazo extendido. Pero, de repente, sentí un escalofrío que me recorrió la espalda, alcé la vista hacia la luna, algo estaba mal... La luna estaba roja... ¿Un eclipse lunar? ¿Luna de sangre? ¿¡Qué significaba todo esto!?
No tuve tiempo de hallar respuestas, ni siquiera de pensar en ello, las luciérnagas se descontrolaron, su vuelo era errático, revoloteaban alrededor del árbol y de las ruinas. Las antorchas apagadas se encendieron en llamas, iluminando cada vez más los restos de este lugar, se oyó un estruendo, todo temblaba... ¡Las puertas... Se estaban abriendo...!
Con un poco de miedo pero armándome de valor, me acerqué a las puertas... ¿Serían estas las puertas que mencionó aquella anciana loca? Espera... Qué demonios... De repente, un remolino se formó sobre el lago, justo en la orilla donde estaban las puertas...
¿Qué era eso? Un humo negro y espeso se elevó desde el vórtice, desprendiéndose en nubecillas que revoloteaban a su alrededor. Parecían... ¿almas? Que volaban y gritaban en agonía a mi alrededor... Las luciérnagas se introdujeron en el vórtice, que parecía un vacío... No quiero saltar... Pero algo me está llamando, algo que no puedo ni escuchar ni ver, algo que reclama mi cuerpo. Con miedo, pero decidido a darle a mi conciencia y a mi cuerpo lo que necesitan, doy un paso hacia adelante. Mi cuerpo hueco cae dentro del vórtice... Y... oscuridad.
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Ecos de Drangleic: Odisea en Dark Souls II
FanfictionHistoria basada en mi gameplay de Dark Souls 2 Scholar Of The First Sin. Básicamente un retell agregando cosas que experimenté. Disclaimer: Todos los personajes, lugares, entre otros, mencionados en esta historia, son propiedad de FromSoftware.