━ 𝐈𝐕: ''𝐍𝐢𝐧̃𝐚 𝐟𝐚𝐯𝐨𝐫𝐢𝐭𝐚.''

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Unos fuertes golpes en la puerta de su habitación provocaron que sus ojos se abrieran muy lentamente, intentando acurrucarse aún más entre las mantas, buscando un calor que sentía perdido

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Unos fuertes golpes en la puerta de su habitación provocaron que sus ojos se abrieran muy lentamente, intentando acurrucarse aún más entre las mantas, buscando un calor que sentía perdido.

— Abril, cielo, arriba. Debes ir a la escuela. — Oyó la voz de su madre provenir del otro lado de la habitación. — ¡Despierta! Anda, bebé. Te preparé el desayuno. — Lo siguiente que la castaña oyó fueron pasos en la escalera y "Dominique" siendo reproducida nuevamente, una y otra vez.

Sintió una mirada sobre ella cuando intentó -nuevamente- conciliar sueño, recordando haberse dormido en plena oscuridad, con el demonio de pie, frente a su cama, simplemente observándola. Le ardían un poco los ojos al haberse dormido entre un silencioso llanto, y el pitido en su oído izquierdo le estaba sacando de quicio.

Pero al menos su alma continuaba en su cuerpo.

En cuanto sus enormes ojos miel se abrieron, notó una figura vestida de negro sentada sobre la cama, a su lado. Observó por unos pequeños segundos cada anillo en los largos dedos de la mujer, admirando los raros símbolos que apenas relucían de éstos. Temía alzar la vista y observar el rostro contrario, pero una vez lo hizo, simplemente se encontró con una firme mirada sobre ella, y al ser más hermoso de la existencia manteniendo un semblante muy serio.

El pitido de su oreja aumentó cuando sus miradas se cruzaron por unos segundos, así que tuvo que observar hacia otra parte de la habitación.

— ¿Te asusté? — Ambas cejas de la arcángel se alzaron, y su tono era tan sarcástico al punto en el que Abril tuvo que morder su lengua con fuerza, recordando que no podría responderle de manera grosera a la mismísima reina del inframundo.

Negó lentamente con la cabeza antes de suspirar, sentándose en la cama con lentitud. Estaba despeinada, le ardían los ojos, y aún continuaba sintiendo el profundo malestar. Su mirada se dirigió hacia la fémina, la cual simplemente la observaba, sin ninguna expresión en su rostro.

— Buenos días. — Dijo esta última, y se inclinó hacia la mundana.

La respiración de Abril quedó atascada en su garganta mientras su cuerpo comenzaba a temblar, temiendo lo que podría suceder. Sin embargo, jamás se hubiese esperado un suave beso en su mejilla derecha.

Aún con la mirada en las mantas, formó una línea en sus labios cuando los presionó entre sí, sonrojada y provocando que, lentamente, la mujer sonriese de lado.

— Pura...como el veneno. —

— ¡Abril! — Unos golpes en la puerta la hicieron dirigir su mirada hacia ésta, y ni siquiera le fue necesario voltearse para notar que la arcángel ya no se encontraba junto a ella.

Suspiró, poniéndose de pie y tomando el uniforme de la escuela antes de dirigirse hacia el baño, no sin antes avisarle a su madre que estaba despierta. Se duchó rápidamente, lavando bien su cuerpo y buscando, de alguna forma, sentirse nuevamente bien.

¡! 𝐑𝐈𝐕𝐀𝐑𝐈 ─ ❛ 𝐃𝐀𝐍𝐂𝐈𝐍𝐆 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐓𝐇𝐄 𝐃𝐄𝐕𝐈𝐋. ❜ ˹ 𝐆!𝐏 ˺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora