━ 𝐕𝐈: ''𝐋𝐞𝐧𝐠𝐮𝐚 𝐚𝐟𝐢𝐥𝐚𝐝𝐚.''

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Dos semanas

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Dos semanas.

Habían pasado dos semanas desde lo que había sucedido luego de que Abril despertó de aquel desmayo al descubrir que, prácticamente, fue quien causó la muerte de su primo.

Para empezar; estuvo en observación por un día, debido a la falta de alimentación y mal aspecto. Durmió profundamente y comió bien antes de volver a casa. Luego, la noticia del funeral de su primo llegó a sus oídos, y con tal sólo oírlo cayó desmayada...de nuevo.

¿Se había vuelto un trauma? No lo sabía con exactitud, pero supuso que sí debido a las imágenes que rondaban por su mente en el momento en que alguien nombraba a su familiar fallecido, y la manera en la que murió. Recordaba la palabra Castrati y estallaba en ataques de ansiedad, en puro e insoportable pánico. Tan puro que creía que podría morir en aquel mismo momento.

Finalmente, fue cuando recordó que, segundos antes de caer desmayada en el hospital, Samantha no la había sostenido: no había sentido la protección de sus brazos, no había sentido nada, e internamente estaba agradecida porque, en aquel momento, fue la primera vez que le tuvo miedo de la misma forma en la que todos lo hacían.

Miedo a que le hiciese algo, incluso sabiendo que, poco a poco, estaba llevándose su alma.

Abelardo había vuelto a la casa. Luego de un par de días, le comentaron sobre la muerte de su sobrino, y se encerró en su cuarto por más de tres días. Siempre estaba en la sala, pero cuando Abril llegaba a ésta, se iba a otra parte, incluso si era otra habitación. Ni siquiera la miraba, rezaba constantemente -incluso más que antes-, y a la chica le dolía, debido a que esperaba una disculpa por querer hacer que quemase su propia piel, por pegarle a su madre, tratar mal a su hermana, etc.

Pero, claramente, aquello no sucedería.

Pero lo que más le dolía a Abril de toda aquella situación no eran los desmayos, el vivir constantemente con ansiedad, el cargar con la culpa de la muerte de una persona, de dañar a su propio padre, y mucho menos el saber que se iba a ir al infierno de manera segura y gratuita...

...el verdadero dolor fue que, luego de despertar aquel día en el hospital, Samantha se había ido. Completamente. Ya no sentía el pitido en su oído izquierdo, no sentía el constante malestar, ni tampoco su cuerpo continuó deteriorándose. Incluso mejoró, ya no lucía como un cadáver.

A pesar de que, al principio, tuvo miedo de volver a ver a Samantha, definitivamente no se comparaba con el dolor de tenerla lejos, de no sentir cómo la envolvía en sus brazos en las noches o le acariciaba el rostro por pura curiosidad. Era terrible, y el nudo en su garganta no disminuía, ni siquiera llorando ruidosamente en los brazos de su madre, la cual no comprendía la tristeza de su hija, creyendo que todo estaba bien.

Finalmente, luego de dos semanas, Abril volvió a la escuela. "¡El viaje en el que Dios guía tu camino!" Dijeron, pero Dios no guiaba nada que tuviese el nombre "Abril Garza", y ésta lo sabía.

¡! 𝐑𝐈𝐕𝐀𝐑𝐈 ─ ❛ 𝐃𝐀𝐍𝐂𝐈𝐍𝐆 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐓𝐇𝐄 𝐃𝐄𝐕𝐈𝐋. ❜ ˹ 𝐆!𝐏 ˺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora