Oír el desconsolado llanto de una madre desesperada al haber perdido a su hijo en la sala de espera del hospital no era nada reconfortante para Abril, la cual temblaba en los brazos de su hermana mayor, que le acariciaba con una mano sus castaños cabellos e intentaba consolarla, diciéndole que nada de lo que había sucedido fue su culpa.
Definitivamente, todo era su culpa.
Podría haber aguantado un par de quemaduras en su piel, porque no eran nada comparado a un ataque al corazón. No hubiese pasado de un castigo, porque su padre jamás podría herirla con gravedad...
...aunque, luego de los acontecimientos, no lo sabía con exactitud.
Ambas hermanas Garza observaron la puerta del frente en cuanto ésta se abrió, con su madre saliendo y dedicándoles una débil sonrisa. Abril no sabía si aquello era bueno o malo. Adriana se acercó a sus hijas, tomando el asiento de un lado de Ama y observándolas por un momento.
— Niñas, no lloren. Su papá está bien, se va a recuperar. — Besó la frente de ambas. — Tienen que rezar y Dios va a arreglarlo todo. Estará en observación esta noche, y se va a recuperar, poco a poco. No debe llevarse disgustos, y debe comer saludable. Lo cuidaremos entre las tres, tranquilas. —
A pesar de la sonrisa de su madre y el profundo de alivio saliendo por los labios de Ama, Abril temblaba como una hoja, y tenía el color de ésta. Estaba descompuesta, mareada, disgustada...
— Ama, cielo, ve con tu hermana a la cafetería. — Dijo a la vez que le entregaba dinero a la mayor de las hermanas Garza. — Cómprale un chocolate caliente y una dona. Cómprate algo tú, también. Es una noche muy fría. Me quedaré aquí, asegúrate que tu hermana esté bien, ¿de acuerdo? —
— De acuerdo. —
Ama asintió y ayudó a su hermana a ponerse de pie, caminando fuera de la sala de espera. Recorrieron el hospital hasta finalmente llegar a la cafetería, la cual estaba casi vacía a excepción de unos ancianos en unos asientos de la esquina, bebiendo tazas de café y charlando en voz baja. Ama dejó a su hermana en un asiento de una mesa de las esquinas y acarició sus cabellos con cuidado.
— No me tardo, quédate aquí. — Le dijo antes de ir a pedir la comida.
Abril se encogió de hombros en su sitio, sintiéndose más pequeña mientras intentaba dejar de temblar. Moría de frío, moría de miedo...
...moría de ganas de continuar en los brazos de Samantha. No se sentía a salvo, estaba desprotegida, y tan nerviosa que apenas podía verla de reojo.
Era su culpa: su padre había tenido un ataque al corazón, y ya no podrían verse mutuamente a la cara. Su familia sospecharía de ella, se preguntarían quién es "Samantha" y la acusaría, para luego matarla a golpes.
Su alma iba a ser arrebatada de la peor manera posible, e incluso sabiendo que acabaría en el infierno, nunca dejó de sentir las ganas de ser envuelta por los brazos del Diablo.
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¡! 𝐑𝐈𝐕𝐀𝐑𝐈 ─ ❛ 𝐃𝐀𝐍𝐂𝐈𝐍𝐆 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐓𝐇𝐄 𝐃𝐄𝐕𝐈𝐋. ❜ ˹ 𝐆!𝐏 ˺
Fanfiction❛ 𝖣𝖺𝗇𝖼𝗂𝗇𝗀 𝗐𝗂𝗍𝗁 𝗍𝗁𝖾 𝖣𝖾𝗏𝗂𝗅. ❜ ─ 𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐑𝐢𝐯𝐚𝐫𝐢 ˹ Es 1967 y Abril está harta de ser aquella chiquilla religiosa a la cual todos molestan. Cansada de un dios fingiendo oídos sordos, decide tomar sus propias r...