No podía hacerlo sin ti

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Al llegar al departamento, Damián sentía la necesidad de decirle a Anya lo del mal entendido, pero por más que intentaba entablar una conversación no podía, no sabía cómo transmitir con palabras lo acontecido.

Ha sido un día largo—dijo la chica—creo que iré a recostarme

Espera—la tomo del brazo—Anya tenemos que hablar de algo importante

No es importante—se zafo del agarre—si tienes hambre puedes tomar lo que quieras del refrigerador

¡Ya basta! —grito molesto—ya basta de este trato

¿Cómo quieres que te trate después de todo lo que sucedió? —alzo la ceja—además tu no recuerdas nada

Yo te pido una disculpa enorme por lo que aconteció, en el transcurso supe que fue lo que ocurrió entre mi delirio—la tomo del brazo—yo en serio estoy arrepentido de eso

¿Estas arrepentido de estar enamorado de mí? —se confundió—¿de confesar tus sentimientos?

¿Ah? —se quedó confundido—no, solo estoy disculpándome por haber faltado a la cita y lo de la labial en mi manga, pero—la miro a los ojos—lo de estar enamorado de ti, no me molesta ni nada

Damián—se quedó confundida

Sé que estuvo mal esa confesión—suspiro—pero no me arrepiento de estar enamorado de ti, ni de apartar a esa chica, en serio, no me arrepiento de estar enamorado de ti y que tu estés en mi mente

Pero yo no sé si pueda corresponderte—bajo la mirada

¿Te estoy obligando? —se confundió y la chica lo miro a los ojos—solo te estoy diciendo lo que siento, no es una prisión ni nada, es como mi tratamiento que hare, tu solo vive tu vida, pero no estas obligada a nada

Damián—sintió como una calidez invadir su cuerpo—yo

Sé que dijiste que nunca te enamorarías, porque si entiendo que es un camino solitario—sonrió y la soltó—pero eso no impide que este enamorado de ti, no sé qué suceda más adelante pero no me arrepiento de decirte mis sentimientos—se giró—iré a desempacar, nos vemos

Anya se quedó mirando la puerta del cuarto de Damián mientes aun sentía la calidez de su brazo, ese sentimiento que el chico tenia también lo empezaba a sentir, pero su recuerdo de su infancia la hizo recapacitar, por lo que salió al balcón a mirar las estrellas, no obstante, su celular sonó

Papá—contesto—sí, no tienes que preocuparte no es un mal chico, por cierto, ¿tío Franky sigue siendo dueño de ese bar? —miro las estrellas—claro iré a verlo pronto, por cierto ¿en cuánto se cobra una renta?

Mientras tanto en el cuarto de Damián el chico solo miraba el techo mientras descansaba sobre la cama, esos ojos de Anya al decirle sus sentimientos eran tan preciosos que quería guardar eso en su corazón, pero él sabía que no debía presionarla ante eso, al final solo eran simples compañeros de escena y más que nada, entendía que Anya merecía algo mejor que un simple idiota que destruyo su imagen por consumir sustancias.

A la mañana siguiente Anya detecto un olor raro entrar a su habitación así que se levantó lo más rápido posible y camino a la cocina observando a Damián cocinando.

¿Qué haces? —se quedó confundida

El desayuno—la observo—son waffles espero te gusten

¿sabes cocinar? —se sentó en la silla

Si, fui el mejor de la clase—sonrió con arrogancia

Bueno, buen provecho—tomo su tenedor y se dispuso a comer el waffles, el cual le recordó las primeras comidas de Yor y sintió como su estómago empezó a sentirse raro no obstante a pesar del sabor sentía una especie de calidez en su corazón que la hizo terminarse el bocado

Una escena de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora