GATE: Las Repúblicas Soviéticas de México en Kuroinu

Capítulo 4: Horribles realidades de Eostia.

Capítulo 4: Horribles realidades de Eostia.

Eostia, Reino Oscuro. 10/Abril/2005. 09:00 AM Hora Mexicana-Campechana

Equipo de Infiltración Delta 2-4. (Fuerzas Especiales)

Ubicación: Cercanías del Castillo Oscuro.

Misión: Infiltrarse entre el enemigo y saber su siguiente movimiento.

Misión Secundaria: Salvar a quien pueda.

Sargento Sebastián Ferrer Perera.

Para Sebastián, podría ser otra misión más de infiltración dentro de un enorme bosque, pero, este día no era un día normal en alguna selva o bosque en el norte del país, mas exactamente en Sinaloa, Tamaulipas o Michoacán, sobre todo en Michoacán, ya que los bosques y selvas, así como las montañas y demás ecosistema de las regiones michoacanas, siguen siendo disputadas por el Cartel de Chapo, un asqueroso hombre que solo provoca muerte y hace que la sangre de miles de mexicanos se escurra por la tierra.

Eso, hasta que el mismo Sebastián le dio el tiro de gracia. Fue hace años, una operación en conjunto con los paracaidistas de la Fuerza Aérea y otras Fuerzas Especiales que ya se encontraban dentro del cartel como infiltrados, El Chapo creía que era listo, que era intocable, pero no era así, TODOS los que él pesaba que tenía comprados, solo guardaban y generaban mas y mas evidencias para tener suficientes motivos para matarlo.

El 10 de octubre del año 2003, se inició la Operación Decapitación. Uno por uno, día con día, todos los lugartenientes, jefes de plaza, grupos enteros de sicarios, eran emboscados, balaceados y sin mera misericordia, por el Ejército, la Fuerza Aérea desde helicópteros de ataque y por la Marina en zonas contestas, el Chapo, vivió el infierno en la tierra durante 1 mes consecutivamente.

Todos sus cómplices, contactos y sicarios, eran cazados como las ratas que eran, hasta que llego el momento de su muerte, en una cabaña en lo alto de una cadena de montañas en Michoacán, él pensaba que estaba a salvo, pero no, sin previo aviso, un precisito y fino disparo a la cabeza con un rifle de francotirador KSVK de fabricación rusa, la cabeza del Chapo estallo en una neblina rojiza, esparciendo materia cerebral, sesos y carne de la cabeza por toda su habitación.

El gobierno nunca lo quiso vivo, lo querían muerto y Sebastián se encargó de eso.

Ahora, regresando a su situación actual, el pensaba que los narcos eran las peores atrocidades del mundo, pero, lo que estaba viendo ahora mismo, no se comparaba en nada a lo que a vivido en su país en los más de 10 años de servicio dentro de las Fuerzas Especiales. Dolor, agonía, frustración, impotencia y furia, FURIA TOTAL, eran los sentimientos mesclados en uno solo dentro del alma de Sebastián.

Ver como entre cinco hombres violaban a una menor de edad, no era cosa que cualquiera pudiera soportar, lo peor, era ver a dos Orcos o Minotauros, abusar sexualmente a una niña, ¡UNA NIÑA! De no mas de 10 años de edad hasta matarla de tantas eyaculaciones, solo para que su cadáver sea votado como si fuera un simple juguete roto.

Era, turbio, demasiado, la única cosa que se le pasaba por la mente era que no podrá dormir bien durante un buen tiempo. El era consiente que los Carteles de la Droga suelen tener negocios de trata de blancas o de secuestros a mujeres donde suelen abusar sexualmente de ellas, pero esto, era definitivamente, algo que sobre pasaba todo lo que el haya conocido.

Sargento Sebastián: Puta madre. – dijo en un susurro, luego de ver como un enorme Minotauro, partía a la mitad usando solo su fuerza bruta el cadáver de lo que quería pensar era una niña, para luego comenzar a comer el cuerpo. El crujir de los huesos rompiéndose y de la carne siendo masticada se escuchaba fuerte en sus oídos.