L O V E ( Jeff the Killer 3)

P A R T E 7

Preferiría estar muerta.
Es gracioso que cuando tú vida peligra, tu cerebro envía señales de miedo en forma de precaución, sin embargo hace rato mi cerebro no enviaba las dichosas señales a mi cuerpo, me acostumbré a vagar por la lúgubre casa como si fuera la mía de toda la vida, lo impactante era la forma en lo que me lo había tomado, el tenerle más miedo a un necrofílico raro de afuera que a un asesino serial era algo abismal, la sensación de salir y encontrarme con el otro personaje me hacia temer por mi mera existencia, resulta que si había alguien peor que Jeff.

Estaba harta de la rutina, despierta, come, respira, ten paciencia, cena y vuelve a la cama a dormir, ir al baño un par de veces, cagar casi a fuerza ya que no comía o tomaba suficiente agua como para hacerlo como antes, mi periodo se volvió irregular por el constante estrés, un día llega de la nada y de pronto se va sin acabar el ciclo, a los pocos días regresa como si nada pasara, es una total mierda; no puedo dejar de pensar en como antes mi periodo nunca se retrasaba y me quejaba por ello.

Cuando era más chica, mis padres siempre me decían que no confiara en los extraños ni en los conocidos, nunca terminas de conocer a alguien realmente; Dante había sido una mierda, Jeff también lo era, solo faltaba que ni siquiera me estuvieran buscando para poder decir oficialmente que si podía ser peor la situación.

Este tiempo aprendí cosas del sádico Jeff, se la pasaba en el sofá, a veces durmiendo y otras solo estando allí mirando a la nada, se mordía ansiosamente las uñas por lo que estaban casi a la mitad de lo que deberían y con costras de sangre al rededor de las mismas, se enojaba con facilidad pero era muy fácil contentarlo con algo de "cariño", le agradaba que fuera a sentarme cerca de él, pero seguía sin querer verme a los ojos, haciéndome preguntar que tan guapo era el chico por el que estaba tan enfadado, y más allá, me quedaron dudas sobre la persona a la que Jeff le había hecho esa visita que lo dejó tan mal.

Resulta que le estaba agarrando un poco de cariño a pesar de lo que estaba sucediendo, al menos en la cama me hacía sentir lo máximo, y ni qué decir de sus confesiones de amor espontáneas, creo que Jeffy era un romántico sin remedio aunque su contraparte seguro no estaba muy contento con esas actitudes que consideraba bajas y denigrantes para su orgullosos ser.

Nuevamente se había distanciado de mí después de esa última noche que pasamos juntos, ni siquiera puedo medir el tiempo, simplemente perdí la noción de este, ya no puedo reconocer el inicio de un día y el fin de otro, todo se volvió tan rutinario que no podría mencionar algo diferente o fuera de lugar durante este tiempo ó por lo menos algo memorable, estoy segura que llevo algo así de un par de meses por aquí, y con orgullo y un poco de tristeza puedo decir que estoy sobreviviendo, pero la verdad deseo la muerte más que nada en el mundo.

***

La repentina llegada de Jeff con una chica en los hombros fue la novedad principal de este lapso de tiempo, era de noche por la madrugada, yo ya me encontraba durmiendo en la habitación y escuché como la puerta fue abierta de una patada que me hizo despertar de mi sueño totalmente alarmada, hacía frio y eso hizo que me despejara rápido; con temor decidí levantarme y echar un vistazo al pasillo, allí estaba él, la sudadera bañada en sangre y frenético por abrir la puerta de la habitación contigua; la habitación dónde yo había despertado en alguna ocasión. Todas las imágenes de ese momento pasaron por mi cabeza, yo despertando totalmente confundida, la forma en la que me enteré que había sido secuestrada, el mareo y la sensación de terror, me dio un escalofrió por toda la columna vertebral y unas tremendas ganas de vomitar.

-Selena, ándate a la habitación.- Apenas alcé la mirada Jeff me observaba con los ojos más oscuros de lo habitual, su pecho subía y bajaba dándome a entender que estaba desesperado y acelerado por entrar ya a la habitación junto con la chica.