La espada y el escudo del Sultán

La consentida

Ya habían pasado varios meses desde que me había convertido en Raziye nuevamente, y si digo nuevamente ya que descubrí que yo siempre fui la Sultana Raziye, solo que en mi primera vida morí a la edad de 5 años por culpa de la viruela, luego de eso reencarne en el siglo XXI como Estambul y ahora gracias a Alá volvía a donde pertenecía con los conocimientos de uno de los probables futuros donde mi pequeño hermanito Mustafa de 3 años moriría al crecer a manos de nuestros padre por culpa de mi futura hermana Mihrimah quien lo traiciono.

Mi propósito era asegurarme que nada le sucediera a mi hermanito, yo sería su escudo y su espada, trataría de que mi madre recapacitar y no sólo se centrará en el amor de mi padre, sino que se diera cuenta que su prioridad debíamos ser nosotros, pero si ella intentaba utilizarnos en su guerra contra Hurrem, lamentaría mucho tener que alejarme de ella y conmigo llevar a mi hermano.

No permitiría que sus errores se llevarán la vida de mi Mustafa.

Pero bueno todavía tenia mucho tiempo para planear, por ahora me estaba convirtiendo en la luz de los ojos de mi padre y de mi abuelo el sultan.

Yo sería su consentida, nadie tendría más poder que yo, ni siquiera mi futura hermana Mihrimah, mi padre no podría vivir sin mí, sería su consejera de mayor confianza.

Gracias a Alá ya tenia varias batallas ganadas.

1. Luego de volver a la vida, me converti en el milagro viviente de Alá. Por lo que ya tenía el favor de mis abuelos y padres, junto con el del pueblo.
2. Pocos días después de mi regreso descubrí que Alá me había bendecido con un regalo, tenía mi propio espacio con un manantial milagroso que podía curar cualquier enfermedad, además de tener propiedades para la belleza, gracias a eso podría hacer mi propia fortuna para ayudar a mi hermano cuando la guerra por el trono comenzará, siempre y cuando el quiera eso, sino le daría la vida que el quisiera.
3. Tenía todos mis conocimientos anteriores gracias a mi memoria fotográfica, lo que me da mucha ventajas.

Ahora solo quedábamos con vida luego de la plaga de la viruela mi hermano y yo, el resto de los hijos de mi padre habían perecido a lo largo de los meses.

Sus madres todavía inundaba el harén con sus lágrima, pero eso no las detenía a la hora de seguir planeando artimañas para dañarnos. Ahora al ser los únicos hijos vivos del próximos sultan teníamos blancos pegados en nuestras cabezas.

Lo que ellas y sus aliados no sabían es que yo ya los tenia en mi lista, y una vez en ella la única forma de salir de ella era en un cajón a tres metros bajo tierra.

Mis abuelos habían llegado a la provincia de Manisa hacia unas semanas, y desde ese momento mis planes estaban en marcha.

Solo habría una consentida en esta familia y esa sin duda sería yo, no permitiría que nadie, me robará mi lugar, yo no sería solo una sultana olvidada como muchas otras sultanas de sangre. Yo sería recordada.

Yo sería recordada como la espada y el escudo del Sultán.

Espero y les guste el capitulo dejen sus comentarios y votos