Unas mujeres elegantemente vestidas, con coronas entraron en la habitación llamando mi atención, una de ellas se acercó a donde estaba y se arrodillo en el suelo para luego abrazarme.
-Mi pequeña Raziye, gracias a Alá que estas viva-me abraza la mujer junto con el hombre anterior, entre los dos me llenan de mimos, abrumadome ya que no estaba acostumbrada al contacto físico y menos a las muestras de afecto.
Buscaba alrededor por alguien que me ayudara a apartarlos de mi, pero todos se los veía llorar de la emoción de que este viva.
Luego de varios minutos y de incontables mimos abrumadores ya estaba cansada, mi cuerpo seguía doliendo junto con mi cabeza que sentía que explotaría en cualquier momento.
Gracias a Dios una mujer vestida de blanco que al parecer era la doctora que mandó a buscar el hombre llegó.
-Mi Shezade ya estoy aqui-informo logrando que el hombre me soltara junto con la mujer.
"Al fin" pensé mientras soltaba un largo suspiro de alivió
-Doctora, usted informo que la Sultana Raziye había muerto, entonces explique porque mi hija a despertado-le dice mientras me señala, la mujer al verme se sorprendió cayendo de rodillas.
-Mi señor esto es un milagro, estoy muy segura que cuando le informe la Sultana Raziye no respiraba-explica la mujer- le suplico que me deje revisarla, este tiene que ser un milagro de Alá.
-Adelante-la deja acercarse a mi- pero si algo vuelve a sucederle a mi hija usted dejara de respirar-le aclara.
La mujer se acercó a mí lado temblando luego de las palabras de mi padre, me tomó de la muñeca sintiendo mi pulso, luego apoyo su cabeza en mi pecho escuchando mis latidos, al terminar se alejo de mi pecho y me miró.
-Mi Sultana siente alguna molestia- yo asentí- donde le duele.
-Todo el cuerpo-susurro con voz ronca, logrando que me duela más mi garganta reseca- agua- le pido tocando mi garganta, rápidamente un aga se acerca con un vaso de agua el cual bebo como si no hubiera un mañana, al terminar suspiró- lo que más me duele es la cabeza- le explico ya más tranquila.
Ella me revisa por varios minutos hasta que finalmente se levanta alejándose de mi lado.
-Mi señor, la Sultana se encuentra bien, la viruela ya no está en su organismo, es un milagro de Alá mi señor, era imposible que la Sultana pudiera sobrevivir a esa enfermedad- la doctora me mira con admiración. -le resete un par de hiervas para los dolores y un ungüento para las heridas que le dejo la enfermedad, le ayudará a que sanen más rápido, pero igualmente le dejaran cicatrices- me miró con tristeza.
Yo soy Raziye hija del Sultán Suleyman y Mahidevran sultan, hermana del Shezade Mustafa.
En esta vida aprovecharía que tengo una familia a la cual proteger, no dejaré que nada le sucediera a mi hermanito.
Daría mi vida por él, mataría a todos por él, nadie le pondría un dedo encima, ni siquiera mis padres.
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La espada y el escudo del Sultán
RandomLa muerte es algo inevitable, desde que tenia 5 años y empecé con mi profesión de asesina, siempre tuve presente que un día moriría, la verdad luego de tantos años y tantas muertes en mis manos, la esperaba con los brazos abiertos, ella era la única...