Capítulo 23

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Me quejé al sentir como tiraban de las sábanas, agarrándolas con fuerza para no destaparme.

- Amor, levántate, son casi las dos y media. -Escuché, mientras sus manos agarraban las mías, obligándome a levantarme.- ¿Cómo estás? -Besó mi mejilla, sentándose a mi lado.

- Mejor, ya no me duele tanto la cabeza. -Posó su mano en mi frente, separándola inmediatamente.

- Voy a llamar a Noe. -Me hizo saber.- Creo que tienes fiebre. -Volvió a taparme, marchándose sigilosamente del lugar.

Varios minutos después, apareció junto a Noemí, quien me tomó la temperatura. Sentí el frío del termómetro contra mi piel y su expresión se volvió seria, lo que me hizo sentir un escalofrío de preocupación.

- Tienes 38 de fiebre. -Miró a la menorquina, dándole el termómetro, buscando algo entre sus bolsillos.- Intenta comer algo, voy a traerte un paracetamol. -Desvió su mirada hacia la menorquina.- ¿Te haces cargo de ella? -Chiara asintió, tomando mi mano para proceder a acariciarla.

Salimos poco después que ella, dispuestas a ir a comer. Me senté entre ella y Violeta, que al igual que yo y algunos más había vomitado por la mañana. Con su ayuda comí un poco de arroz, y me tomé la pastilla que la directora me trajo.

Cuando terminamos, dormí unos minutos más, esperando estar mejor para que la gala saliera bien.

Violeta me despertó y al despejarme completamente, nos fuimos a ensayar nuestra canción. Me sentía mejor y aunque al principio me costara llegar a las notas, logré hacerlo.

Después nos llamaron para irnos al vestuario. A ambas nos pusieron vestidos verdes de manga larga, nos maquillaron y peinaron y después de unos minutos comprobando que todo estuviera bien, nos dejaron volver a la academia.

- Vasca, ¿cómo te sientes? -Alex se acercó a mí, abrazándome por la cintura.

- Podría estar peor. -Respondí, tenía gastroenteritis y sinusitis, pero por lo menos podía cantar.

Violeta volvió con dos platos, entregándome uno. Me senté junto al cordobés, quería pasar el tiempo con él, podría irse esta noche. Al terminar me dirigí al lavavajillas colocando lo utilizado en él.

Me fui a la sala de ensayos junto con mi compañera de canción, íbamos a aprovechar para practicar unas cuantas veces. Álvaro, Martin, Salma, Ruslana y Juanjo aparecieron, así que aprovechamos para que nos dieran su opinión.

Les dejamos a los dos chicos ensayar su actuación, aproveché para ir a beber un poco de agua. En el camino miré de reojo el cristal de la terraza, Lucas tomaba a Naiara de la mano, por lo que supuse que estaban cantando.

Saludé a Cris, Paul y Alex, que hablaban animadamente en el sofá. Me acerqué a uno de los muebles del vestuario, dónde había dejado mi botella.

Unos brazos me rodearon, haciéndome sonreír. Acaricié sus manos, girándome para mirarla, estaba hermosa, como siempre. Me abrazó con fuerza, moviéndonos de lado a lado.

- No sabes lo bien que te queda el vestido. -Susurró, bajando sus manos a mi trasero, retirándolas segundos después.

- Tú no sabes las ganas que tengo de que me lo quites. -Mordí mi labio, dedicándole una sonrisa traviesa.- ¿Has comido? -Pregunté, haciendo movimientos circulares con mis dedos en su espalda.

- Hace bastante, pero estaba esperando a que terminaras de ensayar para verte. -Metió sus manos en mis mangas, acariciando mis muñecas.

Nuestros ojos se conectaron, transmitiendo a la otra todos los sentimientos encontrados en ese momento. Apoyé mi cabeza en su pecho, oprimiendo mis ganas por besarla.

Melodía del Corazón | OT 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora