Después de evitar que una banda del Caos convoque un vasto ejército a un mundo Imperial, un Inquisidor en entrenamiento es lanzado a través de la disformidad y se encuentra en un mundo nuevo y extraño, uno en el que hay personas con habilidades incr...
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-Torre de vigilancia, pabellón médico, tres días después de la llegada de Dante-
Leslie Thompkins estaba en la sala médica de la Watchtower revisando nuevamente el estado de su paciente actual. Había visto muchas escenas perturbadoras en su vida. Muchas de ellas se debían a que había sido cirujana durante más de veinte años en la ciudad de Gotham, una ciudad con una de las tasas de criminalidad más altas de los Estados Unidos. Había visto el resultado de lo que villanos como Bane, el Joker, Scarecrow, Victor Zsasz, Mr. Freeze e incluso varios miembros de la mafia le hicieron a la gente que vivía en Gotham. Lo que vio a bordo de la Watchtower en esa construcción en forma de anillo que tenía la forma de una camilla de hospital fue probablemente uno de los peores.
Parecía como si el chico hubiera sido sacado del frente de una guerra. Y a juzgar por su apariencia y por lo que ella había logrado escuchar de uno o dos de los otros miembros de la Liga de la Justicia, el chico bien podría haber sido así. Tenía varias heridas de bala, una de las cuales logró cortar una arteria y ya había perdido mucha sangre como resultado de eso y sus otras heridas. En otras palabras; si Batman y los demás no hubieran regresado con el chico cuando lo hicieron, probablemente no lo habría logrado.
En el momento en que el Javelin regresó, Leslie y su equipo médico se pusieron a trabajar de inmediato para ayudar al niño herido. Habían pasado casi cinco horas en la mesa de operaciones, pero la doctora Thompkins y su equipo quirúrgico habían logrado estabilizar a su paciente y curar la arteria y las heridas de bala que había recibido. Durante la cirugía hubo varias veces en las que la doctora pensó que terminaría perdiendo a su paciente, pero de alguna manera, siempre se las arreglaba para recuperarse del abismo, ya sea por pura suerte o por habilidad médica.
Después de que el paciente finalmente se hubiera estabilizado, pudo finalmente examinar el aspecto externo de su paciente, ya que había estado tan concentrada en salvarle la vida que de alguna manera se las había arreglado para no notar algunos de sus rasgos más inquietantes. Con solo una mirada se podía ver que todo el cuerpo del niño era casi como un tapiz de muchas cicatrices diferentes.
Había muchas cicatrices que cubrían numerosas áreas de la piel del niño. La mayoría parecían el mismo tipo de cicatrices que uno tendría después de recibir un disparo, una quemadura o una puñalada, pero había otras que parecían haber sido hechas con algo muy afilado y preciso, similar al bisturí de un cirujano. Sin embargo, las áreas donde las incisiones no eran de naturaleza médica. En cambio, era más como si alguien le hubiera arrancado partes de la piel. Eso por sí solo provocó escalofríos en la columna vertebral de Thompkins. ¿Qué clase de monstruo le haría algo así a alguien tan joven?
Después de que finalmente terminaron las cirugías, Thompkins le dijo al resto del personal médico que le informara a ella y a la Liga de la Justicia si había algún cambio, cualquiera que fuera, en la condición actual del paciente. Lord sabía que Leslie tendría muchas preguntas para él después de que finalmente recuperara la conciencia y, a juzgar por las reacciones de la liga después de que ella les había contado lo que había encontrado al examinar a su paciente, probablemente ellos también las tendrían. Muchos de ellos tenían miradas de disgusto y una ira apenas disimulada por lo que le debieron haber hecho al niño.
