El Inquisidor ( Young justice x 40k ) PROMOCION

El salvador con casco de calavera

Dante estaba siendo guiado por un héroe ególatra que aparentemente se hacía llamar Booster Gold por un pasillo hasta su cuartel/celda hasta que la Liga de la Justicia pudiera averiguar qué iban a hacer con él. Aparentemente, este extraño individuo era un asociado de la Liga de la Justicia y aparentemente había intentado ser miembro últimamente, si las molestas quejas incesantes del hombre eran algo por lo que guiarse mientras seguía alardeando de sus hazañas "heroicas".

Cuando Dante se enteró de que el hombre estaba tratando de unirse a la liga, Dante puso los ojos en blanco con fastidio y disgusto. ¿Quién en su sano juicio dejaría que este tonto ególatra entrara en cualquier tipo de equipo por cualquier motivo? Estaría demasiado atrapado en su propia sed de gloria como para olvidarse de casi todo lo demás.

Mientras Dante caminaba de regreso a la habitación relativamente pequeña, recordó las reacciones de la Liga de la Justicia después de ver ese video. Muchos de ellos estaban enojados o conmocionados, pero había algunos que intentaban mantener la calma y la racionalidad, como esa persona llamada Batman. Dante vio el desorden en sus filas y se preguntó brevemente cómo, en nombre del Emperador, alguna vez eran efectivos en todo lo que hacían. Siempre que Dante y los demás en el séquito de Elias se encontraban con un problema similar a este, casi siempre lo abordaban de manera sensata y lógica.

Sin embargo, esos pensamientos no eran los que dominaban la mente de Dante en ese momento. En cambio, era más bien una vorágine de pensamientos conflictivos. Por un lado, quería saber por qué y cómo lo habían enviado a ese lugar extraño. También quería saber dónde y cuándo estaba. ¿Estaba en el pasado lejano durante la Era Oscura de la Tecnología o era una especie de realidad alternativa como habían dicho esos "héroes"?

La idea del suicidio había entrado en la mente de Dante después de enterarse de estas nuevas revelaciones. Después de todo, él era un soldado del Imperio, pero no había un Imperio por el que luchar y morir. Para alguien que había pasado la mayor parte de su juventud luchando por la gloria del Imperio y su Emperador, verse separado de repente del imperio por el que había estado dispuesto a morir le dejó una sensación de vacío en el cuerpo. Era casi como si no hubiera nada más por lo que vivir.

Afortunadamente, Dante pudo alejarse de esos pensamientos de cobardía y desesperación cuando se dio cuenta de que el Emperador debía haberlo salvado de las fauces de la Disformidad y haberlo puesto en este mundo por una razón. Si simplemente se suicidara ahora sin al menos descubrir esa razón, sería una negligencia en su deber sagrado para con el Imperio y no sería mejor que un traidor o un hereje. Por ahora, se quedaría en ese lugar extraño y herético y descubriría para qué lo habían enviado allí, sin importar lo que costara.

El único problema era que el joven Inquisidor en formación seguía prisionero a bordo de esta estación. Tendría que encontrar una manera de salir lo más rápido posible. Este curso de acción también traería otro problema, era muy poco probable que la Liga de la Justicia simplemente le permitiera salir de la estación a través de esos "Zeta-Tubos" de los que había oído hablar de Green Arrow y Flash durante varias de las muchas historias que le habían contado (a esos tontos ciertamente les encantaba hablar). Incluso si pudiera escapar, ¿qué pasaría entonces? Estos "héroes" seguramente intentarían cazarlo.

La respuesta llegó rápidamente a Dante. Parecía que la única forma real de salir de ese lugar con éxito sería salvar a esos estudiantes de la Academia Gótica. Si lograba rescatar a los estudiantes que estaban secuestrados, entonces era más que probable que el apoyo de la gente de la Sagrada Terra fuera más que suficiente para evitar que la Liga de la Justicia intentara mantenerlo encerrado.

El único problema con este plan era que tendría que encontrar una manera de salir del lugar y recuperar su armadura y sus armas. Dante se detuvo en una puerta cercana que decía "baño" y dijo: "¿Podrías disculparme un momento? Necesito hacer mis necesidades". Booster Gold miró hacia la puerta y luego a Dante y se encogió de hombros. "Claro, lo que sea, niño, sigue".