Lee Minho es un adolescente que es maldecido por tener la habilidad de poder comunicarse con los muertos. Él odia poder hacer y quiere ser bautizado ya que así el espera terminar con su maldición. Pero eso pensar podría cambiar al conocer al muerto...
Minho había terminado de acomodar la sala para sus amigos y mientras esperaba por ellos decidió darse un baño y ponerse su pijama. No había visto a Jisung en todo el día y se le hizo un poco raro, normalmente él se la pasaba rondando la casa. Salió de sus pensamientos de repente cuando escuchó el timbre de la casa, sus amigos llegaron. Minho había tomando el licor de su padre y con el dinero ahorrado que tenía compró pizza. Al abrir la puerta saludó a todos y fueron directo al living.
—Vaya, ¿Y este licor? - preguntó el alto con una sonrisa, tomando la botella de tequila.
—Hyun, por favor no te pongas loco - bromeó la peli negra.
—¿Loco yo? Loca te pones tu con el alcohol en tu sistema - soltó una sonrisa burlona, se había referido a su comentario en esa fiesta y claramente todos captaron la indirecta.
—Estaba fuera de mis casillas - rió levemente sonrojada.
—Sácate de tus casillas hoy igual - soltó Felix para luego quitarle la botella de las manos al alto y servir el licor para cada uno.
Minho no era bueno para esto, el coqueteo no era lo de el, pero sabía que estaba necesitado. Que tenía ganas de sexo. Tal vez es por eso su mal humor de todos los días, o simplemente el ya es así. Estando entre risas con sus amigos le hacía olvidar todo a su alrededor, ignoraba por completo todos esos fantasmas horribles que recorrían la casa, olvidó el simple hecho de que se habló con uno y aprendió de su muerte. El solo estaba centrado en una cosa: llevarse a Momo a su habitación y tener sexo.
—¡Min! - alzó la voz el pecoso. —Pon algo de música - Felix es muy poco tolerante al alcohol, no fue una sorpresa cuando este ya estaba ebrio rió luego de cuatro vasos.
—Cielo - rió Hyunjin. —¿Ya estás ebrio?
—Claro que lo está, es Lee Felix - rió el pálido. —No tolera el alcohol
—¡Yo estoy bien! - contestó el pecoso, apenas se le entendió. —Jinnie, yo estoy bien - miró al peli vino con un puchero en sus labios.
—Dios cariño, te ves tan tierno así y tan jodidamente sexy - rió.
—Que asco Hwang - dijo la peli negra para terminarse el tequila de su vaso. Minho estaba sentado al frente de Momo y lo único que los mantenía distanciados era la mesa de madera frente al sofá.
Ambos conectaron miradas y parecían hablar a través de ellas, la chica soltó una sonrisita de lado y se levantó del suelo. —Minho, ¿Me llevas al baño?
Hyunjin miró al pálido con una sonrisa pícara, veía como su amigo se levantaba del suelo, se terminaba el trago y comenzaba a subir las escaleras junto a la chica. Volteó a ver al pecoso y sonrió al verlo totalmente dormido, con sus manos apoyadas sobre la mesa y su cabeza sobre ellas.
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Jisung fue criado por su abuelita, él solamente la tenía a ella, ella era su única amiga y su único familiar. Jisung sufría de bullying en su escuela, y no de uno donde solamente lo insultan y se ríen de el. El chico sufría del peor, lo golpeaban hasta dejarlo inconsciente, le tiraban piedras u otros objetos que pudieran lastimarlo, le escriban atrocidades sobre su escritorio. Los profesores no hacía nada, ni el director, Jisung era el "chico homosexual", era odiado por eso y se arrepintió haberse declarado a ese chico.
