Las mañanas en el templo son aburridas pero ahora que Gyuvin es un chico cool es invitado a predicar, ósea, llevar una biblia en la mano mientras juegan en el arcade de la ciudad, ha estado viviendo las mejores mañanas de su vida. Probablemente por la hora, no hay nadie en el lugar y hasta donde ha entendido Yujin es amigo del cajero así que tienen cuantos juegos gratis quieran hasta que aparezca el jefe. Yujin y Habin son muy francos sobre sus constantes faltas y mentiras ahora que Gyuvin ha demostrado no ser tan recto como cuando llegó al pueblo.
—Entonces luego de eso él estaba tan ebrio que tuvimos que llamar a Taerae que estaba encerrado en el baño con una chica y otro tipo— contaba Yujin mientras jugaban.
—¡Porque no me llamaste!— reprende Hanbin.
—Obviamente no lo hice porque te vi subir al segundo piso con Hao, no te hagas el buen samaritano.
Gyuvin escucha todo en silencio, cada vez más asombrado por las cosas que se está enterando. También se enoja un poco, pensando en cómo Yujin no cambiaba ni por las buenas ni por las malas.
De pronto, las puertas del arcade se abren de par en par, dejando ver a una figura alta y robusta. Yujin corre a recibir a su amigo con un saludo y muchas risas, antes de llevarlo hasta donde Hanbin y Gyuvin todavía pelean por quien obtuvo más puntos en el juego.
—Chicos, más bien Gyuvin, les presento a Gunwook— con un poco de vergüenza, Gyuvin se acerca al chico para poder saludarlo. Un apretón de manos es suficiente para que Gunwook le sonria con ternura y Gyuvin sienta que no ha arruinado una de sus primeras interacciones con alguien fuera de la iglesia.
Gunwook da parece más grande que él, es más ancho y grande, a pesar de ello el chico no luce como un delincuente juvenil, más bien luce como un dulce presidente de clase que está dispuesto a ayudar a todo el mundo, Gyuvin se siente tranquilo al saber que es este el chico con el que Yujin se pasea por toda la ciudad.
—Chicos, hoy hay una fiesta, una verdadera fiesta— dice Gunwook cuando todos deciden sentarse cerca de una zona de bolos—Es algo lejos, pero yo se que lo vale.
—¿Quienes van?— pregunta Yujin, bastante interesado.
—Taerae, Matthew, Jiwoong, como toda la escuela. Con mucha suerte logramos que Ricky y Hao vayan tu sabes como es ese par— le responde Gunwook.
—Obviamente que Hao va ir si voy yo, así que no dudes que lo vas a ver— agrega Hanbin con superioridad.
—A ver si tu noviecito convence a Ricky— responde Yuijn escéptico.
—¡Yo lo puedo convencer!—dice Gyuvin de pronto, haciendo que todos los presentes lo miren fijamente— Somos muy buenos amigos... yo puedo intentarlo.
Los tres chicos frente a él se quedan en completo silencio por un momento, mirándose las caras entre ellos con una expresión que Gyuvin no termina de entender, porque sabe que no ha dicho nada malo pero no sabe si ha dicho o no una mentira ¿Realmente Ricky y el son tan amigos como él piensa?
—Bueno, ahora sí somos todos. Gracias Gyuv— dice Gunwook antes de recoger sus cosas— ¡Los recoge Jiwoong!
(...)
Ahora es Kim Gyuvin, quien da vueltas sin saber qué hacer. Bueno, si lo sabe, solamente tiene que llamar a Ricky y convencerlo de ir ¿Qué es lo que le da miedo? No lo sabe exactamente, solamente el pensar en que Ricky le puede decir que no crea un nudo en su pecho imposible de desatar.
—¿Ya? Nos tenemos que ir en menos de una hora y yo sé que no has hablado con Ricky— dice Yujin cuando se asoma por su puerta, seguramente recién ha terminado de comer.
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Strawberries and cigarettes ; ryuvin
FanficA Ricky no le gusta fumar, a Gyuvin no le gustan las fresas. Gyuvin ama su religión más que a nada, Ricky nunca ha sabido como amar. Es por eso que jamás podran estar juntos juntos