—¿De que te ríes?—le pregunta Ricky, sonrojado.
—De nada— le responde Gyuvin con una enorme sonrisa decorando su rostro.
—¡Te estás riendo de mí!— se queja Ricky con una sonrisa, acercando su rostro al contrario.
—Te juro que no— responde.
Sus rostros están tan cerca que Gyuvin solo tiene que susurrar su respuesta. De pronto no hay nada más a su alrededor que Ricky y su rostro ligeramente sonrojado, tan cerca del suyo que puede sentir su respiración agitada y el calor de su piel. Ricky sonríe y Gyuvin se acerca más, haciendo el ademán de pedir permiso. Es el momento.
Antes de que siquiera Gyuvin pudiera acercarse un centímetro más, un estruendo llama la atención de muchas personas que se amontonan cerca de la barra. Ninguno de los dos entiende que está pasando pero algún tipo de intuición les avisa que deberían ir a ver que pasa, el escenario con el que se encuentran es preocupante. Yujin yace desvanecido en el suelo mientras que Guwook le sostiene la cabeza y trata de reanimarlo. A pesar de que hay mucha gente amontonada nadie se mueve para ayudar a Gunwook, quien solo repite el nombre de Yujin con desesperación. La escena es inquietante. El shock inicial se va y Gyuvin trata de abrirse espacio entre todas las personas que bloquean el camino, sintiendo como su corazón late desbocado en su pecho.
—¡Es mi hermano! ¡Muevanse, es mi hermano!— sus gritos de angustia se pierden entre la música y los murmullos de la gente. Parece imposible llegar al centro del tumulto.
Logra llegar hacia donde está Gunwook luego de mucho esfuerzo. Se arrodilló al lado del pelinegro, quien parece estar demasiado concentrado en Yujin como para darse cuenta de su presencia. Las manos de los dos tiemblan mientras buscan desesperadamente algún signo de vida en el rostro pálido de Yujin. De un momento a otro, el menor abrió los ojos con dificultad.
Gyuvin siente que su alma regresa a su cuerpo cuando su hermano comienza a mover los ojos de un lado a otro, completamente confundido. Las personas poco a poco vuelven a bailar y Ricky aparece con Hao y Hanbin, los tres igual de preocupados.
—Tenemos que llevarlo al hospital, miren su cara— dice Hao cuando se agacha al lado de Gyuvin— Yujin, Yujin ¿Me puedes escuchar?
—Lejos...— murmura el más joven.
—Ricky toma el auto, nos vamos todos de aquí— Hao se levanta y le pasa al rubio la llave de su propio auto— Gunwook y Gyuvin, carguen a ese bulto.
(...)
El interior del auto está sumido en un silencio incómodo, solo interrumpido el sonido lejano de "Waking Up In Vegas" de Katty Perry que sale de la radio. Ricky maneja, con la manos rojas de tanto apretar el volante, mandíbula tensa y mirada fija en la carretera; Gyuvin en el asiento de copiloto se muerde los dedos mientras usa el espejo retrovisor para ver a los cuatro chicos de están sentados atrás. Gunwook, Hanbin y Hao están sentados atrás con Yujin prácticamente tirado encima de los tres, Gunwook trata de mantenerlo despierto dándole ligeros pellizcos mientras que Hanbin duerme en el hombro su novio.
El aire está cargado de tensión, la preocupación por el niño flota en el ambiente y lo vuelve más pesado cada semáforo en rojo. Nadie se atreve a decir una palabra de lo que acaba de pasar, porque nadie encuentra razón del repentino desmayo del chico, casi no había tomado y todo el tiempo había estado acompañado por Gunwook o Hanbin, no tenía sentido.
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Strawberries and cigarettes ; ryuvin
FanficA Ricky no le gusta fumar, a Gyuvin no le gustan las fresas. Gyuvin ama su religión más que a nada, Ricky nunca ha sabido como amar. Es por eso que jamás podran estar juntos juntos