MANOSEO

3.1K 16 0
                                    


Capítulo Largo                    ■Faltas ortográficas

■hetero                                   ■Contenido explícito

Bianca

El reloj marcó las 6:00 pm, y con un suspiro de satisfacción cerré mi agenda. Otro día agotador en la biblioteca y librería estética donde trabajaba llegaba a su fin. Entre asesorías en diseño, recomendaciones literarias y la constante corriente de clientes, finalmente llegaba el momento de cerrar. No puedo evitar sentirme libre. Cada músculo de mi cuerpo ansiaba el merecido descanso que me esperaba en casa.

Mis dos únicas compañeras empezaron a ordenar las mesas y De igual forma recoger sus cosas.

Con pasos ligeros recogí los últimos volúmenes desperdigados por las mesas, asegurándome de que cada libro volviera a su lugar correspondiente. La suave luz de la biblioteca teñía de calidez el ambiente, creando una atmósfera acogedora.

Al terminar de acomodar todo en su sitio, una sensación de libertad me embargó. Por fin, el instante anhelado de regresar a mi hogar estaba a la vuelta de la esquina. ¡Qué maravilla ser dueña de mi tiempo otra vez! Con una sonrisa de oreja a oreja emprendí camino hacia los casilleros de donde tomé mi bolso y mi abrigo.

Mientras cerraba el que era mio, pude escuchar detrás de mí esa voz que me acelerada el corazón . La voz de Matías. 

— Oye, linda.

De inmediato me giro hacia él, una vez he terminao de cerrar mi Locker. Matías y yo nos habíamos conocido en un curso técnico en el cual logramos coincidir hace unos años, a partir del cual nos volvimos amigos muy cercanos. Trabajaba como administrador en un restaurante cerca de la biblioteca y Además de eso era uno de nuestros clientes regulares. Al fijar mi atención en él pude apreciar su vestuario, traía una camisa de mangas largas, de color gris y un pantalón de tela Lisa, en color negro. su cabello bien peinado hacia atrás como siempre Y por último, esa mirada que le mojaba las bragas a cualquiera.

— Te estuve llamando para saber a que hora salías, pero al parecer tu teléfono está apagado —dice mientras termina de adentrarse en la pequeña habitación.

— De hecho sí, lo siento. hoy no traje mi cargador —respondí apenada. — ¿pensabas invitarme a algún lado? — cuestioné.

Era normal que él tratará de contactarme después del trabajo, ya que, solíamos pasar mucho tiempo juntos.

— Estuve pensando que estabas ignorándome. —dice mientras se acerca más a mi cuerpo— solo quería saber tu hora de salida para que fuéramos juntos a casa.

Poco a poco ya empezaba a acelerarme, él simplemente era lo que querría cualquier mujer. Amable, coqueto, porte recto y serio, aunque aveces podía ser un completo pervertido.

— No me gusta sentirme ignorado, sabias? — cuestiona, antes de acercarse hasta estar casi pegado a mi.

— Lo sé, y siento lo ocurrido. Per–

Sin dejarme terminar, se abalanza sobre mi y comienza a besarme de manera hambrienta y agresiva. Sus manos comienzan a moverse de forma rápida y terminan por despojarme de mi cartera y abrigo. Para luego, empujarme contra los casilleros mientras seguía repartiendo besos y mordidas leves por mi cuello.

— Matías... mat.. para, estamos en la biblioteca aún. —Le recuerdo, mientras hago el intento de quitármelo de encima.

— cuando llegue, las demás estaban saliendo. —dice son una sonrisa que fue demasiado para mí—  Tranquila, Somos los únicos aquí y te aseguro que la vamos a pasar muy bien.

Lo siguiente que hizo me dejó paralizada, cuando en un movimiento rápido me dejó de espaldas a él y tomó ambos rodillos de mi suéter, comenzando a subirlo hasta sacarlo por mí cabeza. Esto se Estaba volviendo cada vez más peligroso y lo peor era que no estaba haciendo ni El más mínimo intento para detenerlo. Matías terminó de sacar mi suéter y llevo una de sus manos hasta mis pechos y comenzó a estrujarlos sin ningún pudor, mientras me mordía desde los hombros hasta la parte trasera de mi cuello.

Estaba más que perdida en el placer que me estaba provocando hasta el momento en que sentí la dolorosa sensación de sus grandes manos en una de mis nalgas. Me había pegado tan fuerte que tuve que llevar mi mano derecha hacia la zona adolorida y soltar un lastimero quejido que me hizo cerrar los ojos.

— ¿Qué pasa? ¿te ha dolido mucho?  ¿Uhm? —pregunta, para sin ningún tipo de Piedad volver a hacerlo, esta vez en repetidas ocasiones haciéndome gritar.

Iba a quejarme pero de inmediato llevo una de sus manos hacia mi boca aprisionando mis quejidos. Mientras se deshacía de mi sostén y dejaba mis tetas al aire, me tomó a su gusto y me inclinó más hacia los casilleros mientras alzaba mis caderas levantando mi falda y bajando mis medias junto a mis bragas.

— Matías, no. Detente, ¿estas loco? No podemos hacer esto aquí. Ahg! — digo mientras intento darme la vuelta a lo que recibo una nalgada en negación.

— Quieta. —Dijo con voz ronca.

Eso fue lo único que necesite para perder la poca cordura qué conservaba. Me volvió a pegar en mi parte trasera y me dio vuelta para besarme en los labios. Estaba siendo realmente brusco, podía notar su impaciencia, cuando me tomo con un brazo por mi hombro y me dejó de rodillas frente a él, tomándome de la mandíbula y sacando su miembro dejandolo frente a mi cara.

— Linda, Abre.

No puse resistencia y separe los labios mientras lo miraba a los ojos. Con su mano tomó la parte trasera de mi cabeza y despacio coloco todo su miembro dentro de mi cavidad bucal. Lo sentí deslizarse hasta mi garganta, provocándome una arcada y luego sacarlo para volverlo a meter.

— Eso es, muy bien.

Me pone de pie, específicamente de espaldas a él y De reojo lo veo remojar dos de sus dedos y luego llevarlos hacia mí culo, los entró despacio y De igual forma, comenzó a moverlos de adentro hacia afuera mientras subía la velocidad haciéndome enloquecer y empinar más el culo.

Los saco de repente y me invistió rápidamente haciéndome soltar un grito por la impresión. Comenzó a moverse a un ritmo constante y preciso follandome fuerte, profundo y delicioso. Como solo él sabía hacerlo.

Me la metía fuerte y llegaba hasta lo más profundo de mi, mientras me tomaba del cabello para acercarme más a él y susurrarme suciedades al oído. Sabía el efecto instantáneo que tenía su voz sobre mí mientras me follaba de forma ruda.

— Eres toda mía. Todo de ti me encanta, quisiera desalmarte mientras te profano de esta manera. ¿Quieres que sea más gentil o debería joderte más fuerte ese culo perfecto que traes aquí detrás? ¿Uhm? — otra nalgada— Ni puedes hablar, dime ¿lo estás disfrutando debidamente? ¿sí? Voy a llenarte, Tanto que no podrás salir de aquí por ti misma.

Este hombre iba a corromper hasta lo más último de mi ser.

Estaba por venirme cuando este comenzó a tocarme de forma ágil, mientras me embestia por detrás, por un momento sentí que iba a explotar, empecé a ver todo borroso una vez este comenzó a llenarme con su semen haciendo que yo me corriera fuertemente sin control.

Tardamos más de 5 minutos tratando de Recuperar el aliento y las fuerzas que habíamos perdido Mientras nos fundíamos juntos. Cuando ya sentía que podía respirar mejor abrí mis ojos para verlo tratando de recoger mi suéter y el sostén tirados a un lado.

— Eres realmente exquisita. 

— Matt, no puedo ponerme de pie.

— Tranquila, Te llevaré a casa.

Acto seguido, me colocó el suéter y recogió mis cosas, tomándome en brazo con dirección a su auto.

.

.

.

.

Hasta aquí llegamos 🙂🔥

.
.

Estoy buscando ideas para el próximo relato, sean libres de comentar sus propuestas... 🤔

.
.
 

Diosito perdóname 🙏

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 30 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ONE SHOTS |HISTORIAS CORTAS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora