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Para cuando el reloj marcaba las nueve y media de la noche el timbre de mi casa sonó confundiéndome un poco, mientras dejaba de mover mi mano con la cuchara de madera dentro de una olla . Estaba cocinando un poco de salsa para cenar e irme a dormir, por lo que no esperaba visitas.

Pensando que se trataba de humanos instantáneamente cambié mi forma a una humana.  No podía dejar que los humanos vieran mi piel de bandera, se asustarían o creerían que era algun loquito con delirio y en el peor de los casos tendría que silenciarlos.


____ voy _____ dije lavandome las manos y caminando hasta la entrada de casa para luego secarlas en mi delantal, subiendo primero un pequeño banquito para mirar por el lente de la puerta . Era un chico de ojos marrones y cabello castaño, se veia humano, era un extraño o es que quizás la lente de la puerta lo deformaba tanto que no podía reconocerlo del todo.

Moví el banquito para abrir la puerta mirando al hombre detrás de esta, quien tenia una mochila de la cual tomaba una de sus correas mirando luego hacia mi altura. Este tenía una expresión de vago interés, mirando apenas dentro de casa.

____ ¿puedo pasar? _____ me preguntó como si nada ... pero esa voz ...

_____ eh , disculpa, ¿eres?

____ Alan _____ contestó.

____ ¿Alan? ... no conozco a ning-___ no pude acabar mi frase, vi como por un momento sus ojos cambiaron de marrones a rojos rubí, se trataba de alguien de mi especie.

Me hice a un lado dejándolo pasar y en cuanto cerré la puerta su piel cambió de color a la de su bandera.

Alabama  ... ¿su nombre humano es "Alan"? ... creo que tiene un poco de sentido

_____ ¿que haces aca? ¿Cómo sabes donde vivo? _____ pregunté nervioso viéndolo, era tan alto que mis muebles parecían diminutos -bue, estoy exgerando, diganos que mis muebles son de tamaño promedio- .

_____ vengo a pasar el rato ____ contestó _____ no es difícil encontrarte cuando ya conozco tu temperatura. 

Lo había olvidado,  el don de aquel tipo no era nada más ni nada menos que un rastreador de calor y energía. Aquellos que poseían ese don pueden identificar la temperatura y latidos del corazón de  seres vivos e identificar rastros por los que pasa.

Algo así como seguír humo que solo ellos pueden ver.  Pero ... ¿de que le vale rastrearme? ... bueno, creo tener una idea del porqué. 

____ oh _____ no quería verme descortés o quizás estaba siendo sumiso al no decirle inmediatamente que se fuera, pero tambien tenía curiosidad ____ estoy cocinando, creo que puedo hacer un plato más ____ mencioné con una sonrisa temblorosa dando pasos hasta la cocina, pero no avancé mucho hasta que sus brazos me rodearon atrapandome y extrañamente pegando su frente con la parte trasera de mi cabeza.

Me provocó escalofríos, y en mi intento de encontrar algún tipo de sentido a sus acciones pensé que quizás era su forma de saludar de manera cálida. La situación duró unos minutos largos de incomodidad hasta que me dejó en el piso sin decir ni una palabra.

¿Acaso estaba jugandome una broma? O ¿el incomodarme es su venganza por haberme escapado y dejarlo  solo e inconsciente?

Volví a mi tarea de cocinar, con la mente en las nubes, mientras podía escuchar cerca y lejos sus pasos dando vueltas por la casa. Mirando las fotografías colgadas, mis adornos para nada serios y diversas cosas que daban vueltas por ahí.

_____ ¿vives solo? ____  me preguntó de la nada sorprendiendome un poco.

____ eh más o menos ____ respondí desconfiado, no podía decirle que vivía solo y exponerme a él _____ uno de mis hermanos viene casi todos los días a visitarme , así que ... si y no.

Ambivalencia: Lemon BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora